Pruna quiere tajo

Una jornada de huelga general ha sido convocada para hoy en Pruna, localidad de unos 3.800 habitantes situada en pleno coraz¨®n de la Sierra Sur de Sevilla, en protesta por el juicio que se celebrar¨¢ ma?ana contra varios jornaleros por haber ocupado una finca en 1984. D¨ªas pasados, en la iglesia del pueblo, m¨¢s de un centenar de jornaleros afiliados a Comisiones Obreras han mantenido un encierro y una huelga de hambre. Cinco jornaleros, entre ellos dos concejales de Izquierda Unida, han permanecido casi una semana en prisi¨®n, y el alcalde, el socialista Pedro Zamudio, anda por el pueblo escoltado por una pareja de la Guardia Civil.

Son los ¨²ltimos episodios de la guerra del empleo rural que vive Pruna desde comienzo del verano. Una guerra que tiene fecha de comienzo: 10 de junio de 1987, elecciones municipales en las que los prosovi¨¦ticos del Partido Comunista del Puebo Andaluz (PCPA) pierden a manos del PSOE uno de sus feudos en la provincia de Sevilla.Desde que Zamudio lleg¨® a la alcald¨ªa de Pruna, los problemas con el empleo comunitario no han hecho sino agravarse y provocar momentos de tensi¨®n, que culmin¨® el pasado 27 de agosto con una carga de la Guardia Civil contra los jornaleros encerrados en el Ayuntamiento, con al menos 19 contusionados, cinco detenciones y da?os en numerosos inmuebles, entre ellos la sede de Comisiones Obreras. El Plan de Empleo Rural (PER) es la realizaci¨®n de obras de inter¨¦s p¨²blico, dotadas por la Administraci¨®n, que se hacen durante los per¨ªodos en los que no hay faenas agr¨ªcolas. Los d¨ªas que se trabaja para el PER contabilizan para la percepci¨®n del subsidio de desempleo agrario, ¨²nica fuente segura de ingresos para los parados del campo, que en Pruna totalizan 750. En conjunto, los ingresos de un jornalero en una zona como la Sierra Sur de Sevilla, juntando el subsidio, los jornales del PER y las faenas agr¨ªcolas, pueden arrojar una media no muy superior a las 50.000 pesetas mensuales.

Clientelismo

En Pruna, al igual que en otros pueblos controlados por CC OO, la realizaci¨®n de los censos de beneficiarios de las obras de empleo rural ha tenido, tradicionalmente, un fuerte componente de clientelismo pol¨ªtico. A la inversa, se denuncia desde CC OO, ha ocurrido lo mismo en otros pueblos donde el Ayuntamiento era del PSOE y UGT ten¨ªa implantaci¨®n. En Pruna, donde hasta hace pr¨¢cticamente un a?o el PSOE estaba in¨¦dito, las listas de beneficiarios se hac¨ªan en la sede de Comisiones Obreras, donde una gran fotograf¨ªa de Mijail Gorbachov preside el bar, y hasta all¨ª ten¨ªan que ir los trabajadores para cobrar las peonadas, seg¨²n se denuncia desde la ejecutiva socialista de Sevilla.Cuando Pedro Zamudio -un joven carnicero de 29 a?os, emigrante retornado desde Alemania, donde trabaj¨® como mec¨¢nico- llega a la alcald¨ªa, una de sus primeras medidas es paralizar ?os trabajos del PER durante una semana para proceder a la revisi¨®n del censo. La medida, adoptada el 6 de julio, provoc¨® los primeros momentos de tensi¨®n y el consiguiente incremento de la presencia de la Guardia Civil en el pueblo.

Comisiones Obreras acusaba a Zamudio de intentar incluir en las listas de beneficiarios a jubilados, propietarios de tierras y simpatizantes de UGT. El alcalde -amenazado de muerte, seg¨²n sus propias declaraciones, negadas por CC OO- tuvo que abandonar por el tejado la sede socialista para escapar del asedio de una concentraci¨®n de jornaleros, mientras que otros grupos apedreaban su carnicer¨ªa, que todav¨ªa hoy presenta en su fachada pruebas de los destrozos.