La cuesti¨®n vasca

Todo un manual de ciencia pol¨ªtica es lo que contiene el art¨ªculo de Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza en EL PA?S del 3 de septiembre (Manual de instrucciones). Parece in cre¨ªble que la derecha espa?ola no haya podido integrar a este hombre y que su paso por la pol¨ªtica haya sido tan ef¨ªmero. Quiz¨¢ es que la derecha, sin un l¨ªder desde el inicio de los tiempos, como no fuese un militar que les hac¨ªa marcar el paso a ellos y a los dem¨¢s, crea que es mejor el sistema del paisano. ?Que en la oposici¨®n ahora pita lo andaluz?, pues ah¨ª te va moreno.La ¨²ltima iniciativa tiene todo el gracejo del mundo. ?Qui¨¦n puede estar a favor del terrorismo? Algunos s¨ª, y ¨¦stos no van a firmar ni de co?a. Como el chiste: "?Cree usted en Dios? Vivo de ello, ?qu¨¦ cree usted?". De lo que se infiere que la citada iniciativa es una obviedad. ?Firmar¨ªa alguien una iniciativa para que nos alumbrase el sol todos los d¨ªas? M¨¢s bien ser¨ªa una chorrada. De las iniciativas de la otra parte, el Gobierno, ya las sabemos. No menealla. Espa?a una. Si los vascos quieren tener primer ministro, ?por qu¨¦ no pregunt¨¢rselo? Todo menos seguir con la actual situaci¨®n, que no afecta m¨¢s que a los que tienen por cerebro magnetofones con ideas preconcebidas en una parte y en otra. Si lo de los vascos no lo entiende ni Dios, a lo mejor ellos lo arreglan. Representantes de Dios no les faltan-