Biblioteca inasequible
La problem¨¢tica de la Biblioteca Nacional es tan intrincada y excepcional como lo es su propia sede, en el paseo de Recoletos. Inasequible al desaliento, durante m¨¢s de 10 a?os ha padecido todas y cada una de las muy variadas incongruencias que ten¨ªa que provocar su concepci¨®n h¨ªbrida -la historia de que es testigo y el material que custodian sus paredes me aconsejan la eufon¨ªa.En su estado, cualquier cambio deb¨ªa abrir ineludiblemente un camino hacia la racionalizaci¨®n de sus estructuras y funcionamiento. Por ello salud¨¦ el nombramiento de Juan Pablo Fusi como director. Hasta el presente, creo que todas las medidas tomadas por su equipo tienen como norte la adecuaci¨®n consecuente del centro a su propia finalidad. Y es bueno, necesario y conveniente. A pesar de cierta opini¨®n p¨²blica (?).
Me entero por EL PA?S del 2 de septiembre de que, entre otras cosas, tienen previsto suprimir el bar para abrir uno "nuevo, peque?o, s¨®lo para los trabajadores". Aqu¨ª ya no estoy tan de acuerdo. Soy de los que consideran el actual bar un centro social, como se apunta en la noticia, pero la soluci¨®n no puede ser la anunciada. ?No la hay menos dr¨¢stica, menos discriminatoria? No s¨®lo los usuarios contribuyen a que el bar parezca un c¨ªrculo recreativo: los trabajadores, ciertos trabajadores -y no precisamente los contratados del Inem-, no van a la zaga. (Adem¨¢s s¨®lo a ellos les ponen tapa.) Quiz¨¢ ¨¦stos se est¨¦n tomando un humano respiro, ?pero no lo necesita de igual modo el usuario? El se?or Fusi es un reconocido investigador y sabe que es muy duro estarse toda una jornada sin hacer un par¨¦ntesis restaurador. Al fin y al cabo, en cuanto a la permanencia en la biblioteca, la ¨²nica diferencia entre trabajadores y usuarios es la raz¨®n de la misma. Es m¨¢s, los segundos no podemos salir sin tener que entregar los libros, y algunos soportan los dos turnos de los primeros.
Lo ideal ser¨ªa que cada cual supiera realmente por qu¨¦ est¨¢ all¨ª, pero, puestos a hacerlo recordar, en este asunto hay arreglos menos contundentes y probablemente m¨¢s eficaces (s¨®lo barra; si comedor, cerrado y s¨®lo abierto para comidas ...). Ya tenemos suficiente martirio con el todav¨ªa displicente servicio de libros, el incomprensible premioso microfilmado, etc¨¦tera, como para ayunar tambi¨¦n.
Con todo, lo m¨¢s importante es el factor humano. Y no s¨®lo por el lado de los usuarios, insisto. Hacer de la Biblioteca Nacional un centro de investigaci¨®n no se logra ¨²nicamente convirtiendo a los lectores -y opositores, ojo- en investigadores. Algunos trabajadores tambi¨¦n deben experimentar la inevitable reconversi¨®n.- .
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.