Traslado de herido

Como r¨¦plica a la carta de la doctora Mat¨ªas Canillas, de 26 de agosto pasado, contestaci¨®n a la m¨ªa del d¨ªa 7, debo decirle lo siguiente:1. La cuesti¨®n que yo planteaba, por qu¨¦ se traslad¨® a Madrid a Susana Rodr¨ªguez, gravemente herida en El Escorial, que es la realidad de los hechos, sigue sin contestar.

2. Lo que me aclara la directora del hospital la Alcaldesa es c¨®mo se atendi¨® en un primer momento a Susana: reanimaci¨®n, transfusi¨®n de sangre y preparaci¨®n del traslado a Madrid con todas las garant¨ªas, donde ser¨ªa operada.

Soy profana en la materia, pero por l¨®gica creo que si la sangre transfundida se perd¨ªa por las heridas internas no suturadas (para esto se requer¨ªa la intervenci¨®n), este tratamiento era s¨®lo de conservaci¨®n.

3. Estoy segura de la val¨ªa y capacidad t¨¦cnica del equipo que atendi¨® a Susana en El Escorial. Sin embargo, si ese equipo no oper¨® en esa primera hora vital tras el accidente es o porque no dispon¨ªa del n¨²mero suficiente de cirujanos, anestesistas y ATS especialistas, o porque no contaba con un quir¨®fano preparado para una actuaci¨®n de esta envergadura, no conservadora, sino reparadora.

4. En cualquier caso, la doctora Mat¨ªas deber¨ªa aclarar si el hospital la Alcaldesa, situado en San Lorenzo de El Escorial, un punto estrat¨¦gico cercano a v¨ªas de intenso tr¨¢fico, es autosuficiente o si por falta de presupuesto no cuenta con el n¨²mero de facultativos y con las instalaciones necesarias para resolver estos casos con la contundencia que requieren y sin necesidad de traslados.

Repito que soy profana, pero, de nuevo por sentido com¨²n, creo que para un herido grave no puede ser beneficioso al traqueteo que conlleva un traslado de 55 kil¨®metros.

5. Quiero agradecer a la doctora Mat¨ªas la contestaci¨®n a mi carta. Muy probablemente, arreglar lo que planteo en ella requiere otra pol¨ªtica sanitaria, y desde luego escapa a sus atribuciones hacerla. Los enfermos graves o leves no residentes en capitales de provincia acaban invariablemente pendientes de dos volantes y convertidos en turistas involuntarios que pasean sus dolencias de un lado a otro. Es la nuestra una medicina de paseo, por lo visto.- Purificaci¨®n Gonz¨¢lez Sanz.. .