Pol¨ªtica en Centroam¨¦rica

El presidente Reagan sigue a¨²n una pauta destructiva con respecto a la paz en Centroam¨¦rica. Hace un mes, ¨¦l y su Administraci¨®n recibieron con agrado el plan de paz de Guatemala acordado por los cinco presidentes centroamericanos. Luego, durante semanas, sus ayudantes m¨¢s importantes lo han torpedeado an¨®nimamente. Ahora, el presidente es tan hostil al plan que lo desecha como fatalmente defectuoso.El plan de Guatemala, a pesar de su debilidad, no es fatalmente imperfecto. Reagan seguramente perder¨¢ su ya poca credibilidad y su abdicada responsabilidad a menos que acabe con su comportamiento prepotente.

Este comportamiento viene de antiguo. En un mensaje al Congreso en 1983, el presidente habl¨® de una urgente necesidad de usar los "recursos de la diplomacia" al tratar con el r¨¦gimen sandinista. "Nosotros no buscamos su derrocamiento", dijo. "Lo que nos interesa es asegurarnos que ellos no contagien a sus vecinos exportando subversi¨®n y violencia".

Contadora muri¨®, como ya lo hicieron antes otras iniciativas diplom¨¢ticas. Despu¨¦s de que los dem¨®cratas se hicieran con el control del Congreso y de que explotara el Irangate, la Casa Blanca declar¨® de nuevo que Reagan estaba buscando una trayectoria diplom¨¢tica.

A principios del mes pasado, el presidente declar¨® que estaba "de acuerdo" con un plan de paz impulsado por Costa Rica.

, 16 de septiembre.