El precio ps¨ªquico de la esterilizaci¨®n
Algunas mujeres sufren sentimientos de castraci¨®n tras someterse a esta intervenci¨®n
Una mayor¨ªa de mujeres sometidas a esterilizaci¨®n suelen presentar problemas psicol¨®gicos, seg¨²n se desprende de un trabajo de revisi¨®n de las distintas t¨¦cnicas de esterilizaci¨®n femenina y sus posibles consecuencias psicol¨®gicas. En las conclusiones del mismo se se?alan los factores psicosociales que pueden desencadenar el arrepentimiento, as¨ª como el perfil de la paciente riesgo, y los trastornos m¨¢s importantes que presenta. Los especialistas aconsejan a las mujeres que antes de someterse a la intervenci¨®n valoren el consejo m¨¦dico.
Existe una tendencia a confundir, inconscientemente, la esterilizaci¨®n con la castraci¨®n; bas¨¢ndose en ello, muchos autores han buscado qu¨¦ consecuencias psicol¨®gicas provocar¨ªa la esterilizaci¨®n. A pesar de que las encuestas realizadas a las mujeres esterilizadas demuestran que, si las indicaciones para la intervenci¨®n son correctas, los resultados pueden calificarse de excelentes, se producen algunos trastornos emocionales, por lo general transitorios, y debidos entre otras razones a la confusi¨®n antes se?alada entre castraci¨®n y esterilizaci¨®n.De todas las pacientes estudiadas como susceptibles de solicitar la reversibilidad del proceso, los especialistas que llevaron a cabo el trabajo consiguieron reunir una serie de factores psicosociales desencadenantes: edad, dificultades matrimoniales, trastornos emocionales un a?o antes de la intervenci¨®n y una historia de poca confianza en los anticonceptivos. En relaci¨®n a la edad, las mujeres arrepentidas eran significativamente m¨¢s j¨®venes que las que estaban satisfechas. En cuanto a las parejas, una uni¨®n inestable o insatisfactoria permite presuponer un arrepentimiento posterior. En algunos casos, las mujeres intentaban resolver la crisis de convivencia con la esterilizaci¨®n; no obstante, lo ¨²nico que consegu¨ªan era empeorar la situaci¨®n, observ¨¢ndose una elevada incidencia de divorcios y separaciones.
Seg¨²n se desprende de este trabajo, realizado por un grupo de facultativos del Servicio de Psiquiatr¨ªa del Hospital de Bellvitge, puede establecerse un perfil del sujeto riesgo, es decir, la paciente que probablemente presentar¨¢ trastornos despu¨¦s de la intervenci¨®n. Esta paciente responder¨ªa a las siguientes caracter¨ªsticas: inseguridad respecto a su identidad sexual, tendencias hipocondr¨ªacas, paranoides y celotipias, y falsas motivaciones propias de sujetos pasivos que ceden a las presiones del ambiente. Podr¨ªa decirse que, en cuanto al m¨®vil de la decisi¨®n, no fueron del todo responsables. Algunas pacientes actuaron a instancias del marido, o de la familia. Las de elevado nivel econ¨®mico, si bien precisan en las encuestas que fueron ellas las que mayor influencia tuvieron en la decisi¨®n, reconocen que fue una opci¨®n apresurada. En resumen, la decisi¨®n de ser quir¨²rgicamente esterilizada obedece, en la mayor¨ªa de los casos de arrepentimiento, a causas intraps¨ªquicas, o intrapersonales que poco tienen que ver con la fertilidad.
Irreversible
Para la doctora A. Gonz¨¢lez, psic¨®loga del equipo de Bellvitge, se evitar¨ªan problemas "si la parte activa de la decisi¨®n la tomase la solicitante, con un conocimiento exacto del procedimiento de la esterilizaci¨®n, de sus posibles consecuencias psicol¨®gicas y de su car¨¢cter irreversible".Desde hace alg¨²n tiempo, el Servicio de Psiquiatr¨ªa del Hospital de Bellvitge, d¨¦, acuerdo con el Servicio de Ginecolog¨ªa, estableci¨® un protocolo de consulta previa para las pacientes que iban a ser esterilizadas. Las consultas, primero sistem¨¢ticas, luego se redujeron s¨®lo a las pacientes riesgo. Durante la visita se realiza una exploraci¨®n que utiliza distintas metodolog¨ªas. Se examinan variables psicopatol¨®gicas, atendiendo la orientaci¨®n diagn¨®stica de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Se eval¨²an posibles sintomatolog¨ªas psiqui¨¢tricas seg¨²n la escala del Present State Examination (PSE). Tambi¨¦n se mide el estado de ¨¢nimo y el funcionamiento psicosexual y social. Opcionalmente, a juicio del equipo de psiquiatras, puede solicitarse prueba de inteligencia y personalidad. Despu¨¦s de la consulta, aconsejan, o no, la oportunidad de la intervenci¨®n, y los ginec¨®logos obran en consecuencia.
Seg¨²n el doctor E. Mir¨®, psiquiatra del citado hospital, "tan s¨®lo hemos desaconsejado un par de casos; eran dos deficientes mentales que ven¨ªan presionadas por la familia para evitarse problemas de descendencia". Entre los trastornos m¨¢s serios que pueden observarse por una esterilizaci¨®n no asumida se incluyen los funcionales: cefaleas, astenias, dolores diversos; los sexuales: impotencia, frigidez, exhibicionismo, promiscuidad; los psiqui¨¢tricos: depresiones, fobias, alcoholismo, ansiedad, insomnio, sentimiento de inferioridad y problemas de concentraci¨®n.
Respecto al control de natalidad en los enfermos mentales, varios autores se?alan la oportunidad de establecer medidas de anticoncepci¨®n. Concretamente en pacientes psiqui¨¢tricos con psicosis puerperal post p¨¢rtum, psicosis maniacodepresivas peri¨®dicas, esquizofrenias, retrasos mentales graves y toxicoman¨ªas importantes. En todos estos casos, la orientaci¨®n de esterilizaci¨®n obedecer¨ªa m¨¢s bien a un intento de evitar taras gen¨¦ticas, disfunciones educativas o de relaci¨®n con la prole, que a problemas m¨¦dico-psiqui¨¢tricos ocasionados por el embarazo.
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