Procesado por estafa un crupier cuyo despido por hacer trampas fue ilegal

FRANCESC BAYARRI, Una juez de Sagunt (Valencia) ha procesado por estafa al crupier Ignacio R. G. por "manipular las cartas de tal forma" que un cliente, Jos¨¦ Antonio B. T., obten¨ªa beneficios il¨ªcitos. La juez considera que estos hechos pueden constituir un delito de estafa, ha dictado auto de procesamiento contra el crupier y el cliente. Sin embargo, la Magistratura de Trabajo de Valencia declar¨® improcedente el despido del crupier al estimar que "las trampas no han podido ser probadas".

El abogado del crupier present¨® el pasado s¨¢bado un recurso de reforma contra el auto de procesamiento. En el recurso se afirma que la jurisdicci¨®n penal trabaja con unos hechos que el juez laboral ha declarado no probados. "Esta contradicci¨®n demuestra que algo falla en el sistema. Esto puede ser entendido por los profesionales, pero no por los ciudadanos de a pie", explica el defensor en su recurso.Ignacio R. G., de 27 a?os, fue detenido la noche del pasado 21 de enero junto con Jos¨¦ Antonio B. I., de 28 a?os. El crupier est¨¢ acusado de dar los m¨¢ximos premios al citado cliente en el juego del black-jack. En este juego gana quien consigue tener o acercarse m¨¢s a los 21 puntos. Jos¨¦ Antonio B. T. hizo en dos ocasiones la apuesta m¨¢xima y consigui¨® black-jack, es decir, 21 puntos en s¨®lo dos cartas.

Sonia Chirin¨®s, titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 2 de Sagunt, estima que aparece indiciariamente probado" que el crupier cometi¨® una estafa. "En este sumario, la conducta enga?osa se define por la falta de honradez del crup¨ªer frente al empleador", ya que utiliz¨® "su ciencia del juego." para cometer, presuntamente, las trampas, seg¨²n el auto de procesamiento.

"Materia vidriosa"

El defensor de Ignacio R. G. ha solicitado que se revoque el procesamiento y ha aportado como documento la sentencia laboral en la que se declar¨® improcedente el despido. La juez deja en libertad provisional sin fianza al cliente e impone una cauci¨®n de 250.000 pesetas para el crupier. La responsabilidad civil que pudiera derivarse de una sentencia condenatoria queda establecida en dos millones de pesetas.

Los representantes del casino no han comparecido como perjudicados en el proceso. Seg¨²n el defensor del crupier, esto se explica porque el juego es una materia "vidriosa que adem¨¢s proporciona beneficios al Estado" y no les interesa. que salgan a la luz casos de este tipo.

Las cintas de v¨ªdeo en las que se graban todas las jugadas de los casinos fueron aportadas como prueba en el juicio celebrado ante la Magistratura de trabajo. El abogado del crupier en el ¨¢mbito laboral siempre mantuvo la opini¨®n de que su cliente era despedido por no hacer trampas en favor del casino.

Esta opini¨®n est¨¢ avalada por una carta del comit¨¦ de empresa del casino y dirigida a la direcci¨®n. En el escrito se afirma: "Es alarmante la pr¨¢ctica habitual de cambiar empleados y equipos enteros de las mesas en el momento en que sale un n¨²mero muy cargado de fichas premiadas".

Seg¨²n la acusaci¨®n, Jos¨¦ Antonio B. T. obtuvo premios por valor de 300.000 pesetas la noche en que se produjo la detenci¨®n. Sin embargo, los procesados est¨¢n acusados de haber manipulado las cartas en otras ocasiones. As¨ª, el perjuicio econ¨®mico total puede alcanzar, seg¨²n la juez, 1,5 millones de pesetas.