Cante y baile de mujer

Fue una de esas noches flamencas que no se olvidan, en la que el p¨²blico vibr¨® con lo jondo y los artistas encontraron respuesta a su arte. Eso de que tanto se habla en flamenco: transmisi¨®n, comunicaci¨®n, comuni¨®n.S¨®lo la gente de Utrera se qued¨® por debajo del nivel que alcanz¨® el espect¨¢culo. Se not¨® la falta de Fernanda, en cuya ausencia la hermana y la sobrina, Bernarda e In¨¦s, se dedicaron con fruici¨®n al cupl¨¦ corriente y moliente. Salvo un cante de buler¨ªas por sole¨¢ de la mayor, que nos dej¨® por lo menos testimonio del gran cante utrerano que algunos miembros de esta familia son capaces de hacer.

El baile estuvo a cargo de la cordobesa Inmaculada Aguilar, y ella lo hizo con elegancia y gusto. Es una mujer que cuida mucho la est¨¦tica, como debe ser, esa armonizaci¨®n necesaria en el baile flamenco de pies y brazos, de t¨¦cnica e inspiraci¨®n. Bail¨® entregada, pese a no tener el tablado la tarima adecuada, con m¨¢s jondura en las soleares, con m¨¢s vistosidad en los caracoles, como demanda la naturaleza de los propios estilos. Y con espl¨¦ndido cante atr¨¢s, el de Lucas de ?cija.

Carmen Linares obtuvo en Valencia otro triunfo clamoroso. Leg¨ªtimo, merecido, porque es dif¨ªcil, cantar mejor. Singularmente sus tientos y sus cartageneras fueron de una belleza incre¨ªble. Carmen est¨¢ ya en esa fase de plenitud en que puede liberarse de la tiran¨ªa de los c¨¢nones para -por supuesto, sin salirse de ellos- jugar con una libertad mucho mayor con su propio dominio del cante y enriquecer su forma de hacer hasta l¨ªmites insospechables no hace mucho todav¨ªa, cuando la ve¨ªamos pelear denodadamente para encontrar la forma de cada cante que ella quer¨ªa lograr. No hay en este arte desde hace mucho tiempo -?desde la Ni?a de los Peines?- una cantaora tan complea, tan larga, tan definitivamente flamenca como ¨¦sta.

Y triunfo clamoroso tambi¨¦n le Paquera de Jerez, pero de otra nanera, a lo bestia, si se me permite la expresi¨®n, y desde luego sin ¨¢nimo de ofender. Paquera aparece en el tablao con su paso marcial y aguerrido e invade; lo domina absolutamente todo con una personalidad avasalladora. Asesina las siguiriyas, comete verdaderas herej¨ªas con casi odo lo que canta, pero lo hace con tal arte que uno se rinde incondicionalmente. Verla es un espect¨¢culo. Ella es el espect¨¢culo. Aunque el Cante -con may¨²scula- se llama Carmen y es de Linares.