La Uni¨®n Sovi¨¦tica reanuda sus ataques contra la 'guerra de las galaxias'
La URSS reemprendi¨® ayer sus ataques directos contra la Iniciativa de Defensa Estrat¨¦gica (SDI) norteamericana tras haber expresado con cautela y parquedad su satisfacci¨®n por el acuerdo de principio sobre los misiles de alcance medio logrado por los jefes de la diplomacia de Mosc¨² y Washington la semana pasada. "En la actualidad, el programa norteamericano de la guerra de las galaxias es el principal obst¨¢culo en el proceso de control de armamento, en general, y en el camino de reducci¨®n de las armas estrat¨¦gicas, en particular" dec¨ªa ayer el analista sobre temas b¨¦licos VIadimir Bogachev en un comentario publicado por la agencia oficial Tass.
Los an¨¢lisis del encuentro entre el ministro de Exteriores Sovi¨¦tico, Edvard Shevardnadze, y el secretario de Estado norteamericano, George Shultz, hab¨ªan sido escasos y contenidos hasta ayer en los medios de comunicaci¨®n: de la URSS, aunque, ciertamente, los publicados manten¨ªan un tono favorable. "Han estado tan acostumbrados a reaccionar negativamente durante casi una d¨¦cada que ahora les cuesta invertir la tendencia", dec¨ªa ayer una fuente occidental extra?ada de que no se produjera la avalancha de valoraciones sovi¨¦ticas que ha sido en el pasado la t¨®nica tras otros contactos de alto nivel en los EE UU y Washington.Las armas estrat¨¦gicas ser¨¢n tema para debate durante el en cuentro que Shultz y Shevardnadze mantendr¨¢n en Mosc¨² durante la segunda quincena de octubre. Estas armas, con un alcance superior a los 5.000 kil¨®metros, constituyen el grueso de los arsenales de ambas superpotencias y, seg¨²n lo acordado el Washington, deber¨¢n someterse a un recorte del 50%. La firma do un tratado en este campo es posible, seg¨²n el l¨ªder sovi¨¦tico, Mijail Gorbachov, durante la primera mitad del a?o 1988 siempre y cuando EE UU se compromete a una observancia estricta de tratado ABM (sobre misiles antibal¨ªsticos) que fue firmado por ambos pa¨ªses en 1972.
La observancia estricta, tal como la entiende Mosc¨², impedir¨ªa a EE UU realizar una serie de experimentos cruciales para el desarrollo de la SDI. La URSS que se ha opuesto repetidamente a la guerra de las galaxias, ha puesto el ¨¦nfasis terminol¨®gico: ¨²ltimamente en la observancia del tratado en s¨ª mismo y no en los ataques directos al programa de defensa estrat¨¦gica norteamericano expl¨ªcitamente. Tal actitud ha llevado a algunos analistas a pensar que se puede haber producido un cambio de posici¨®n en el Kremlin en ese sentido. Sin embargo, Mosc¨² sal¨ªa ayer al paso de las posibles dudas sobre un deslizamiento de posiciones con el art¨ªculo de Bogachov cuyo t¨ªtulo era: La SDI, el principal obst¨¢culo.
Bogachov acusaba a EE UU de mantener una posici¨®n no constructiva al rechazar la observancia estricta y el fortalecimiento del r¨¦gimen del tratado ABM y comentaba negativamente el compromiso reafirmado por el presidente Ronald Reagan con el programa SDI. Washington quiere "las manos completamente libres para instalar armas agresivas en el cosmos" que "podr¨ªan ser utilizadas" contra objetivos terrestres de la otra parte en un primer golpe y para cegar al adversario mediante la destrucci¨®n de los sat¨¦lites de reconocimiento.
'V¨ªnculo org¨¢nico'
Las propuestas norteamericanas en el campo estrat¨¦gico no tienen, seg¨²n el observador militar, un desarme real como fin, sino "el traslado de los principales esfuerzos de la carrera de armamentos de un campo a otro a¨²n m¨¢s peligroso". Bogachov insist¨ªa en el v¨ªnculo org¨¢nico entre la reducci¨®n del armamento estrat¨¦gico, por una parte, y la creaci¨®n de una barrera al despliegue de armas en el cosmos y el reforzamiento del tratado ABM, por otra.
El representante del Estado Mayor sovi¨¦tico, general luri Lebedev, a su vez, se quejaba ayer en otro comentario de la falta de reciprocidad de EE UU ante la visita realizada por una delegaci¨®n del Congreso norteamericano a las instalaciones de radar de Krasnoyarsk (en Siberia), consideradas por la Administraci¨®n Reagan como una violaci¨®n de, tratado ABM. Tras tomar m¨¢a, de mil fotograf¨ªas y visitar el lugar, la delegaci¨®n norteamericana expres¨® dudas sobre la importancia estrat¨¦gica de la instalaci¨®n. Bas¨¢ndose en la nueva transparencia militar sovi¨¦tica, Lebedev acusaba a EE UU de poner en funcionamiento el radar de Tula (Groenlandia) y afirmaba que ¨¦ste est¨¢ en contra del tratado ABM. El general arremet¨ªa contra los c¨ªrculos norteamericanos que, a su juicio, contemplan el espacio c¨®smico como territorio nacional.
Observadores en la capital sovi¨¦tica coinciden en que un acuerdo de armamento reforzar¨¢ la posici¨®n y el prestigio de Gorbachov como l¨ªder de la URSS y frente a los distintos sectores que se resisten a su pol¨ªtica. En el campo ideol¨®gico y econ¨®mico los s¨ªntomas de oposici¨®n al proceso de perestroika (reestructuraci¨®n) emprendido en la URSS est¨¢n a la orden del d¨ªa y en las p¨¢ginas del mismo diario Pravda, seg¨²n observadores pol¨ªticos. El mismo d¨ªa en que se publicaba la ¨²ltima intervenci¨®n de Gorbachov en pol¨ªtica internacional, una rese?a de un encuentro entre el miembro del Politbur¨® Egor Ligachov y directores de medios de comunicaci¨®n llamaba al orden a quienes hab¨ªan tomado iniciativas individuales que no se orientaban correctamente. La cr¨ªtica iba dirigida, seg¨²n fuentes sovi¨¦ticas, contra el semanario Novedades de Mosc¨² que public¨® la necrol¨®gica del escritor disidente muerto en el exilio Victor Nekrasov sin consultar con las instancias pertinentes.
Por de pronto, Gorbachov est¨¢ despejando el camino hacia su visita a EE UU este oto?o. La sesi¨®n del Soviet Supremo (Parlamento formal) que habitualmente se celebra en noviembre ha sido ya convocada para el 19 de octubre. El Soviet Supremo tiene que decidir sobre los presupuestos del a?o pr¨®ximo que, tal vez, pudieran ser m¨¢s realista que otros a?os en su cap¨ªtulo de defensa a tenor de una distensi¨®n internacional. En teor¨ªa, la URSS gasta un 4,6% en defensa, pero los expertos militares occidentales le atribuyen cifras que rondan un 15%.
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