Calma tras la tempestad
Los mercados de valores acometieron la sesi¨®n de ayer con filosof¨ªa despu¨¦s de los severos correctivos que sufrieron durante la precedente. Aunque la oferta ha sido la postura dominante a lo largo de la ma?ana, el dinero ha vuelto a incidir con moderaci¨®n absoluta en ciertos valores clave del mercado, dificultando con ello el ambiente; adem¨¢s, los vendedores nerviosos parecen haber preferido la estrategia de contener sus ¨ªmpetus realizadores en tanto se aclara parcialmente el panorama y se observa con meticulosidad el comportamiento de los corros.Telef¨®nica, algunos valores sider¨²rgicos y ciertos bancos han conseguido, incluso, anotarse mejoras de relativa importancia, en una l¨ªnea que ha sido compartida con desigual suerte por los valores m¨¢s calurosos del sector qu¨ªmico. Sin embargo, las el¨¦ctricas han continuado con su particular y comedido naufragio, con las constructoras a rebufo.
Los expertos permanecen en sus trece con notable decisi¨®n al afirmar que "todo lo bueno parece estar cotizado suficientemente" y que el previsible peso de los recursos que se solicitar¨¢n del mercado en las pr¨®ximas semanas debe acusar tensiones. Los primeros c¨¢lculos estiman que se acercar¨¢n a los 500.000 millones de pesetas los recursos drenados de los corros, tanto por las ampliaciones de capital que se avecinan o se hallan en curso como por la avalancha de emisiones de t¨ªtulos de renta fija (obligaciones y bonos, en su mayor¨ªa convertibles) y las sociedades nuevas que comenzar¨¢n a cotizar.
El corto y medio plazo, por tanto, no se contempla precisamente con j¨²bilo en estos momentos, aunque la mayor¨ªa de los analistas se apresura a a?adir que, pese a todo, el ejercicio 1988 no ser¨¢ malo para los mercados de acciones. Para la sesi¨®n de hoy, en consecuencia, se espera calma tensa y poca probabilidad de filigranas.
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