La incertidumbre del cambio
Empresarios y sindicatos reclaman modernizaci¨®n a la Xunta
El acceso a la Xunta de Galicia de la coalici¨®n encabezada por el PSOE e integrada por Coalici¨®n Galega y el Partido Nacionalista Galego ha sido recibido sin hostilidad en la comunidad aut¨®noma, pese a haber accedido al poder por la v¨ªa de una moci¨®n de censura, arropada por ex aliancistas, contra Gerardo Fern¨¢ndez Albor (AP) y que ha puesto fin a seis a?os de ininterrumpido control de fuerzas pol¨ªticas conservadoras. Tanto empresarios como sindicalistas esperan que en los dos a?os que quedan hasta las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas los nuevos gobernantes asienten las bases para una industria moderna.
La moci¨®n de censura promovida por el PSOE y por Coalici¨®n Galega fue impulsada por el anuncio de la candidatura de Manuel Fraga para la presidencia de la Xunta, lanzado por el presidente de la Diputaci¨®n de La Coru?a, Jos¨¦ Manuel Romay Beccar¨ªa, y confirmado por el propio ex presidente nacional de AP.Tanto los socialistas como los nacionalistas comprendieron que si dejaban que el veterano l¨ªder conservador encabezase la candidatura de la derecha para la Xunta muy probablemente quedar¨ªan condenados a permanecer en la oposici¨®n varios a?os m¨¢s. As¨ª que, apremiados por el temor de que Alianza Popular minase con ofrecimientos de poder personal la base parlamentaria de la alternativa de gobierno, aceleraron con al Partido Nacionalista Galego el acceso al poder por la v¨ªa privilegiada de la moci¨®n de censura.
El pasado mi¨¦rcoles, con la ¨²ltima luz de la tarde, Gerardo Fern¨¢ndez Albor abandonaba, derrotado, el Parlamento auton¨®mo y volv¨ªa a pie, acompa?ado por media docena de colaboradores, a su antiguo despacho presidencial en el palacio de Raxoy. En los doscientos metros de paseo s¨®lo una persona se acerc¨® a saludarle.
Aunque rodeados de los recursos del poder, los socialistas no ignoran que su gesti¨®n va a comenzar tambi¨¦n con una cierta soledad: la provocada por la desconfianza hacia una Administraci¨®n plagada de aliancistas, e incluso de contratados por el hombre fuerte de la Xunta conservadora y ahora de nuevo vicepresidente del Ejecutivo, Jos¨¦ Luis Barreiro.
En un ¨²ltimo gesto de "falta de ¨¦tica y honorabilidad, de nepotismo y clientelismo", en expresi¨®n de Comisiones Obreras, el Ejecutivo en funciones public¨® en el Diario Oficial de Galicia al d¨ªa siguiente del triunfo de la moci¨®n de censura el nombramiento como jefes de servicio y secretarios provinciales a parientes cercanos del portavoz parlamentario del Grupo Popular, V¨ªctor Manuel V¨¢zquez Portome?e; del conselleiro de Sanidad, Hern¨¢ndez Coch¨®n; del conselleiro de Trabajo, Luciano Asorey Fern¨¢ndez y del miembro de la ejecutiva de AP de La Coru?a Manuel Est¨¦vez Mengotti.
En v¨ªsperas de tomar las riendas de la Administraci¨®n auton¨®mica, con la que tendr¨¢ que suministrar servicios a 6.800.000 personas desperdigadas en unos 32.000 n¨²cleos de poblaci¨®n -m¨¢s de la mitad de los de toda Espa?a-, la elecci¨®n de Fernando Gonz¨¢lez Laxe como presidente de Galicia ha sido recibida sin apenas hostilidad de los poderes econ¨®micos, tras la larga agon¨ªa del Gobierno de Fern¨¢ndez Albor.
Autor de un reciente libro sobre pesca mar¨ªtima costeado por la Fundaci¨®n Conde de Fenosa, vinculada al Banco Pastor, amigo personal del director de la Caja de Ahorros de Galicia y conocido su "talante y profesionafidad" por todos los sectores econ¨®micos, seg¨²n comenta con indisimulado orgullo, el presidente socialista de la Xunta est¨¢ convencido de contar con la buena disposici¨®n de las principales entidades financieras gallegas y de las m¨¢s importantes empresas idustriales y comerciales.
Quiz¨¢ por la limitaci¨®n temporal del mandato de la nueva Xunta -a finales de 1989 deben celebrarse las elecciones auton¨®micas-, quiz¨¢ por la diversidad de frentes que es preciso atender para acelerar una econom¨ªa que est¨¢ en el furg¨®n de cola, relevantes empresarios han expresado a este diario unas expectativas, y demandas, moderadamente exigentes hacia los gobernantes auton¨®micos.
Presupuestos inversores
Emilio P¨¦rez Nieto, ex presidente de la Confederaci¨®n de Empresarios de Galicia, un hombre que se define como liberal y que, retirado de todo cargo de representaci¨®n, se dedica en Orense a actividades empresariales en el sector del metal, considera que el Gobierno auton¨®mico debe elaborar para 1988 unos presupuestos "absolutamente inversores". Contrario a mantener empresas que son "enfermos terminales", seg¨²n su expresi¨®n, y partidario de que la Xunta "sirva para favorecer a la regi¨®n y no para pol¨ªtica de gabinete", considera que los nuevos gobernantes deben crear las condiciones para una nueva econom¨ªa".
A su juicio, es un desastre que el suelo industrial llegue a costar en una ciudad como Vigo entre 14.000 y 20.000 pesetas el metro cuadrado y resulta imprescindible la aprobaci¨®n de planes generales de ordenaci¨®n. La creaci¨®n de una Oficina ¨²nica en la que conocer y resolver todos los tr¨¢mites necesarios para instalar una empresa es, desde su punto de vista, otro deseo generalizado entre los empresarios.
Isaac D¨ªaz Pardo, director del complejo industrial ceramista de Sargadelos-Castro (Lugo), veterano galleguista -propietario de Ediciones do Castro, autor de carteles sobre el Estatuto de Autonom¨ªa de Galicia de 1936-, desde la lealtad de una amistad personal con Gonz¨¢lez Laxe advierte que el discurso de ¨¦ste en el Parlamento "estuvo lleno de buenas intenciones, pero otra cosa es qu¨¦ podr¨¢ hacer cuando se encuentre con la realidad, con los caciques propietarios de bosques... Hoy, los comerciantes que Jesucristo ech¨® del templo, y que aqu¨ª habr¨ªa echar de muchos resortes de poder, son los especuladores, los modernos caciques". Desde la perspectiva de este empresario progresista, el Gobierno de coalici¨®n tendr¨¢ que utilizar la iniciativa legislativa y la sustituci¨®n de "lo que est¨¢ gangrenado" si quiere empezar a trasformar Galicia.
Luis Carballo, publicista y promotor del grupo de dise?adores Galicia Moda, tiene "la esperanza de que despu¨¦s de tantos avatares pol¨ªticos se produzca una recapacitaci¨®n y se estudien seriamente los problemas. Con media docena de pol¨ªticos medianamente inteligentes a Galicia le puede cambiar la faz. Basta con utilizar imaginaci¨®n. Aqu¨ª hay sectores que, como la alimentaci¨®n, el turismo o la moda, con peque?as inversiones pueden crear numerosos puestos de trabajo. Nosotros, con 112 millones de pesetas generamos 4.036 empleos."
El sindicalismo nacionalista que, junto a la Intersindical Nacional de Trabajadores Gallegos, representa la Confederaci¨®n General de Trabajadores de Galicia (CTG) juzga con escepticismo la llegada de "un Gobierno hegemonizado por el partido responsable del deterioro econ¨®mico de Galicia". Muy preocupado por obtener el reconocimiento pol¨ªtico de su representatividad - 1.136 cargos sindicales, el 10% del total de los elegidos en los ¨²ltimos comicios, seg¨²n sus datos-, la CTG espera que la Xunta someta los Presupuestos de 1988 a una concertaci¨®n con empresarios y trabajadores. Y, sobre todo, reclama el funcionamiento de cauces de di¨¢logo institucionales.
Con transparencia
La Uni¨®n General de Trabajadores, que en Galicia "mantiene unas buenas relaciones con el PSOE, a la vez que se identifica plenamente con las tesis de Nicol¨¢s Redondo", seg¨²n el secretario regional del sindicato, Jes¨²s Mosquera, tambi¨¦n considera necesario un Consejo de Relaciones Laborales, pero ante todo solicita de sus compa?eros socialistas "que gobiernen, de verdad, y que lo hagan con trasparencia". Partidaria de la presentaci¨®n de la moci¨®n de censura contra Fern¨¢ndez Albor -aunque la presencia de Jos¨¦ Luis Barreiro en el Gobierno suscita expresiones de verg¨¹enza-, la central sindical mayoritaria conf¨ªa en que en estos dos a?os de legislatura la Xunta "asiente las bases de un desarrollo regional, con un tejido industrial moderno".
Con una poblaci¨®n rural envejecida -el 23% de los trabajadores agr¨ªcolas tiene m¨¢s de 60 a?os de edad-, los nuevos gobernantes de Galicia conflian en que una buena pol¨ªtica de indemnizaciones facilitar¨¢ que muchas familias renuncien a continuar dedicadas al cultivo de parcelas minifundistas. Los socialistas aseguran que promover¨¢n el saneamiento de la ganader¨ªa -todav¨ªa hay muchas vacas con enfermedades relacionadas con falta de higiene- Tambi¨¦n intentan trasmitir un sentimiento de esperanza sobre la base del posible incremento de la producci¨®n de leche, factible a trav¨¦s de una cesi¨®n del Estado a Galicia de parte de la reserva que la Comunidad Europea permite a los Gobiernos distribuir discrecionalmente entre las regiones.
Con todo, el presidente electo de la Xunta considera prioritario subvencionar el desarrollo de la industria agroalimentaria y de la acuicultura, como sectores econ¨®micos en que pueden prosperar empresas que combinen la explotaci¨®n de los recursos naturales de la regi¨®n con el uso de tecnolog¨ªa avanzada. Fernando Gonz¨¢lez Laxe se muestra optimista de obtener m¨¢s recursos que los que la anterior Xunta supo recabar de la Comunidad Europea, en donde conoce a numerosos altos funcionarios gallegos y socialistas.
En la mente de los socialistas est¨¢ que Galicia, exportadora de materias primas -madera, carne, leche, electricidad-, tiene que cambiar la tendencia a importar de otras regiones productos elaborados, que en ocasiones son originarios de la comunidad aut¨®noma, por carecer de industrias transformadoras.
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