Estudiante de la biblioteca

Me dirijo a usted despu¨¦s de le¨ªdo el art¨ªculo publicado en EL PA?S referente a la Biblioteca Nacional, del 18 de septiembre.Y soy una de las estudiantes que, como se dice en el art¨ªculo, despliega sus folios y se pone a estudiar en su sill¨®n, que deber¨ªa estar reservado para la lectura de los fondos de la Biblioteca. Sin embargo, en mi caso, y creo que no ser¨¢ el ¨²nico, estoy justificada.

Soy estudiante de segundo curso de Derecho de la Universidad Nacional de Educaci¨®n a Distancia, y al mismo tiempo compatibilizo esta labor con un puesto de trabajo en la rama de comercio.

Esto explica que el ¨²nico horario en el que puedo frecuentar la Biblioteca Nacional es de 14.30 a 16.30. Y ?qu¨¦ m¨¢s quisiera yo que poder consultar los famosos fondos de la biblioteca en vez de desplegar mis folios, que llevo encima hasta en el metro?

Pero da la casualidad de que a las horas mencionadas los funcionarios se marchan a comer y, por supuesto, la entrega de libros queda suspendida.

Estoy de acuerdo con lo que se dice en el art¨ªculo se?alado, pero recu¨¦rdenle al se?or Juan Pablo Fusi que si realmente la reforma de la biblioteca va encaminada a fomentar una labor de investigaci¨®n m¨¢s que de estudio, o completan el horario de entrega de libros o es mejor que cierren a mediod¨ªa.

Todos tenemos derecho a acceder a la cultura dentro de un horario l¨®gico.-