Kim Basinger: "Los espejos y yo no nos llevamos bien"
La actriz y Robert Benton presentaron 'Nadine'
"Los espejos y yo no nos llevamos bien", dice Kim Basinger, y lo achaca a su timidez, que crece cada vez que se enfrenta a un plat¨® y es consciente de su atractivo f¨ªsico. La actriz de Nueve semanas y media, que pas¨® de ser reina de la belleza en Georgia (Estados Unidos) y chica Playboy a convertirse en uno de los s¨ªmbolos sexuales de esta d¨¦cada, ha venido a Madrid para presentar su ¨²ltima pel¨ªcula, Nadine, de Robert Benton. Acompa?ada de su marido, una peluquera y una maquilladora, se empe?a en demostrar que una rubia guapa puede ser tambi¨¦n una rubia inteligente. Y lo consigue.
Antes de comenzar la rueda de entrevistas promocionales que acompa?an a las estrellas -en este caso, Basinger, y un poco eclipsado, Robert Benton-, la actriz suele pedir un d¨ªa de descanso, que esta vez han sido dos por el cambio horario entre Norteam¨¦rica y Espa?a. El pasado fin de semana, a Basinger la han podido ver en dos discotecas de moda y en un tablao flamenco. Anteayer se acost¨® a las seis de la ma?ana y se muestra un poco confusa: "?Qu¨¦ maravilla! Aqu¨ª la gente vive la noche".Casi vegetariana, s¨®lo come a veces pescado. Alguien, en un restaurante, le ofreci¨® una langosta y ella estuvo de acuerdo. Se la trajeron viva y fue entonces cuando se horroriz¨® de pensar que por su culpa iba a ser sacrificado un animalito. Kim Basinger vive con su marido, 10 perros y seis gatos. Adosada a su casa tiene una habitaci¨®n con un equipo de m¨²sica y sus discos favoritos: m¨²sica de soul.
Su madre s¨®lo se ocup¨® en cuidar a sus cinco hijos. Su padre fue trompetista y pianista en el grupo Big Band Era. Kim Basinger sabe tocar el piano, bailar y cantar soul. Cuando pronuncia esta palabra se inunda de entusiasmo. "Es probable que dentro de poco grabe un disco, escucho a los Four Tops o a los Temptations. Hace poco estuve en Tokio y en un bar sal¨ª al escenario y cant¨¦ la m¨²sica de mis ra¨ªces".
Basinger no s¨®lo interpreta la m¨²sica del Sur; tambi¨¦n la escribe. Est¨¢ terminando una novela sobre su infancia, "que fue feliz pero complicada, un libro con hermanos, hermanas, t¨ªos y primos. Estoy tan orgullosa de estar moldeada por la arcilla de Georgia..., es como el soul, los de fuera podr¨¢n copiarlo, pero nunca sabr¨¢n el sentimiento que esconde".
El secreto de la cara de Kim Basinger es su boca, de una carnalidad apabullante. Sentada en un sill¨®n, adoptando mil posturas, gesticulando, tiene sentido del humor y sonr¨ªe continuamente. Explica que en los a?os cuarenta y cincuenta era muy dif¨ªcil para una actriz no atractiva obtener cualquier papel. En nuestra ¨¦poca, y lo dice como si fuera un logro, sucede lo contrario. "Cuando est¨¢s clasificada, el atractivo puede convertirse en una dif¨ªcultad", se?ala, y relata lo que fue en parte su ¨¦poca de chica de portada en revistas sobre moda y actriz en series de televisi¨®n. "Alguien dice: 'Es rubia, le quedar¨ªa bien tal o cual biquini'. Y al plat¨®".
Contra la supuesta servidumbre de su f¨ªsico se ha querido revelar. Y dice haber tenido suerte por trabajar en el cine con gente como Robert Altman (Locos de amor), Blake Edwards (Mis problemas con las mujeres y Cita a ciegas), Barry Levinson (El mejor), Adrian Lyne (Nueve semanas y media), Richard Peers (Atrapados sin salida) o Robert Benton (Nadine). "Muchas veces tienes que ser t¨² misma hasta tal punto que pides ayuda", dice, "y por eso necesito junto a m¨ª gente que se r¨ªa, que no se lo tome en serio, gente segura que en el fondo no tenga nada que perder; que pueda pensar: 'esto es s¨®lo una pel¨ªcula, no un drama m¨¦dico', por ejemplo. Esto me ha pasado con Edwards, con Altman, con Benton y con N¨¦stor Almendros, el fot¨®grafo de Nadine. Es gente que sabe lo que quiere, y son buenas personas".
Basinger tiene sangre sueca, alemana y cherokee. Cuando rod¨® Nueve semanas y media junto a Mickey Rourke -m¨¢s un videofilme que una pel¨ªcula, en una historia de sadomasoquismo light- dice que fue una liberaci¨®n, aunque lleg¨® muy lejos. Anteriormente, uno de los impulsos de su carrera fue aparecer en Playboy. "?Que c¨®mo considero mi cuerpo? ?C¨®mo considera usted el suyo? Yo soy muy t¨ªmida, pero soy libre, y el cuerpo para m¨ª no significa nada especial; las mujeres tienen lo que tienen, y los hombres, otra cosa. ?Y qu¨¦? Me preocupa m¨¢s la buena salud que la obsesi¨®n por el cuerpo. Esto me parece una p¨¦rdida de tiempo".
Basinger se considera optimista, y le molestan m¨¢s las actitudes sociales que las pol¨ªticas. "Me preocupa que la gente maltrate a los ni?os o a los animales. Se puede ser optimista hasta que te enfrentas a los hechos. Ah¨ª est¨¢ el problema, pero yo estoy esperanzada. Simplemente es que me gusta vivir, y aunque no siempre se puede ser feliz -?qui¨¦n lo es?-, en mis momentos bajos s¨®lo tengo que asomarme a la ventana, ver a mis animales y no perder la perspectiva de las cosas. Se trata de decir: 'esto no es nada, y comprobar lo insignificante que eres, sintiendo al mismo tiempo que est¨¢s viva".
Matrimonio y peluquer¨ªa
En Nadine, Kim Basinger interpreta a una manicurista de los a?os cincuenta en un pueblo de Tejas. Su personaje est¨¢ en proceso de divorcio con su marido, pero los acontecimientos hacen cambiar esa relaci¨®n.Para Robert Benton, director de Kramer contra Kramer o En un lugar del coraz¨®n, Basinger "es una de las mejores actrices con las que se puede trabajar hoy d¨ªa". De 54 a?os, protestante practicante, y con tres oscars en su vitrina, ha querido hacer en Nadine una "comedia de aventuras". "Empec¨¦ escribiendo un gui¨®n sobre el matrimonio", a?ade, "pero fue cambiando hasta que me encontr¨¦ a gusto con los personajes que hab¨ªa en mi imaginaci¨®n. As¨ª surgi¨® la pel¨ªcula, que, como todas las m¨ªas, en el fondo trata sobre la reconciliaci¨®n".
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.