'Huelga de embarazos' en Ruman¨ªa
El Gobierno ha implantado controles ginecol¨®gicos para reprimir el aborto
FRANCISCO LERSUNDI Los controles ginecol¨®gicos en Ruman¨ªa a todas las mujeres en edad f¨¦rtil, una pr¨¢ctica implantada en 1984 por el jefe del Estado, Nicolae Ceaucescu, en el marco de su campa?a por incrementar la natalidad y reprimir el aborto, no tienen parang¨®n en el Viejo Continente. La grav¨ªsima situaci¨®n econ¨®mica, el racionamiento de algunos productos de primera necesidad y la inexistencia de los no racionados han provocado una huelga de embarazos. Las mujeres no quieren dar a luz a ni?os que crecer¨ªan en una situaci¨®n muy dif¨ªcil.
Ante la inexistencia de anticonceptivos, salvo en el peque?o mercado negro de p¨ªldoras importadas ilegalmente de Hungr¨ªa, el aborto se ha convertido en el principal medio de control de natalidad de las familias. Pero la interrupci¨®n del embarazo est¨¢ prohibida en Ruman¨ªa desde 1966.Para hacer frente a este fen¨®meno, desde 1984, m¨¦dicos y enfermeros, acompa?ados por la polic¨ªa, realizan controles sin previo aviso en las f¨¢bricas. Todas las trabajadoras son sometidas a un examen ginecol¨®gico forzoso.
Las mujeres que muestren rastro de haber abortado pueden ser condenadas a largas penas de prisi¨®n. Las embarazadas quedan sometidas a un r¨ªgido control hasta el alumbramiento para evitar una interrupci¨®n del embarazo.
Los m¨¦dicos que se atreven a realizar un aborto se arriesgan tambi¨¦n a ser condenados a pasar una temporada entre rejas. Incluso, se han dado casos de doctores encarcelados por atender a mujeres en grave estado tras haber realizado un aborto clandestino. Los hospitales han recibido ¨®rdenes de no pasar consulta a mujeres que son internadas despu¨¦s de haber realizado un aborto ilegal. Se conoce el caso de una mujer condenada a dos a?os de prisi¨®n por haber llevado a una amiga a un hospital para evitar que se desangrara.
Pese a ello, los abortos clandestinos proliferan. Son realizados en las peores condiciones de higiene, y muchas veces conllevan la muerte de la madre.
Plan de natalidad
Las medidas fiscales tambi¨¦n se aplican para reprimir el aborto. Familias con menos de cuatro hijos y parejas que no muestren con ¨¦xito su intenci¨®n de cumplir con los "objetivos patri¨®ticos o revolucionarios" de procrear tienen que pagar un impuesto adicional. A los m¨¦dicos en cuya zona de actividad no se cumple el plan de natalidad elaborado por las autoridades se les baja el salario.
El miedo generalizado a la delaci¨®n, ya sea por parte de los m¨¦dicos o de los vecinos, ha llevado a muchas mujeres a abortar en solitario, en el m¨¢s oscuro de los silencios, sin importarles lo que pueda ser de su vida, pero dispuestas a no traer a nadie al mundo a padecer lo que ellas padecen.
La dram¨¢tica situaci¨®n que sufren los rumanos es propia de los pa¨ªses pobres del Tercer Mundo. Desde 1981, Ruman¨ªa se ve afectada por una vertiginosa ca¨ªda del nivel de vida.
Los planes megal¨®manos industriales de Ceaucescu y su decisi¨®n de que la deuda exterior contra¨ªda para estos planes sea reducida r¨¢pidamente a costa de la poblaci¨®n son la causa de ello.
El pan, el az¨²car, el aceite y la harina est¨¢n racionados como los otros pocos art¨ªculos disponibles, y s¨®lo pueden comprarse con cartilla y mostrando el carn¨¦ de identidad. Cada familia tiene asignada una bombilla de 25 vatios. Cualquier consumo adicional de electricidad est¨¢ penado con el corte absoluto del suministro o con multas. En pasados inviernos, especialmente el ¨²ltimo, que fue muy fr¨ªo, las viviendas no pod¨ªan tener una temperatura interior de m¨¢s de 14 grados cent¨ªgrados, dada la falta de combustible.
Los rumanos se enfrentan a un nuevo invierno en condiciones de dram¨¢tica escasez de alimentos y medicinas, dur¨ªsimas restricciones energ¨¦ticas y nuevas medidas de represi¨®n de la poblaci¨®n impuestas por el r¨¦gimen.El tr¨¢fico de autom¨®viles particulares est¨¢ prohibido desde hace casi un a?o. La televisi¨®n s¨®lo emite dos horas y media al d¨ªa, y casi exclusivamente programas ideol¨®gicos de exaltaci¨®n al conducator (caudillo) Ceaucescu. La polic¨ªa realiza controles para que las normas de consumo sean respetadas.
Debido a las bajas temperaturas en los centros sanitarios y la falta de incubadoras, la mortalidad infantil se ha incrementado tanto en los ¨²ltimos a?os que las autoridades decidieron retrasar una semana la firma del acta de nacimiento para evitar que aparezca en las estad¨ªsticas.
Las peque?as cosechas privadas, tanto en el campo como en las ciudades, en las que las familias intentan cultivar algunas hortalizas, son confiscadas en numerosas ocasiones. Seg¨²n se les dice a los propietarios, para dedicarlas a la exportaci¨®n y el pago de la deuda externa.
Muchos de estos productos, como los que llegan a Ruman¨ªa de familiares u organizaciones humanitarias de Occidente, en gran parte medicamentos, desaparecen en el entramado de la corrupci¨®n policial y de la burocracia.
As¨ª las cosas, no puede extra?ar que las mujeres rumanas se nieguen por todos los medios a crear nuevos vasallos de la familia Ceaucescu. La nueva ola represiva en el control ginecol¨®gico de toda la poblaci¨®n femenina rumana es s¨®lo un paso m¨¢s en la pol¨ªtica de ese dirigente comunista en el que Occidente puso muchas esperanzas en pasadas d¨¦cadas por su pol¨ªtica exterior diferente de la de Mosc¨², y por lo que recibi¨® un trato preferencial que se mantiene en parte y supone una afrenta a los rumanos.
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