Las grandes compa?¨ªas acuden por primera vez al mercado de cine
Mercafilm, el mercado de cine y v¨ªdeo de la Mostra de Val¨¦ncia de Cinema Mediterrani, creado hace cuatro a?os, ha comenzado en la presente edici¨®n del festival a adquirir caracteres que lo aproximan a las ferias europeas hom¨®logas.
La cifra de compradores que han acudido se ha incrementado considerablemente desde el pasado a?o, pues de una treintena se ha pasado a los 150 de ¨¦ste, entre ellos dos grandes compa?¨ªas norteamericanas, otras dos japonesas, dos francesas, una italiana, Televisi¨®n Espa?ola, TV-3 y las mayor parte de las emisoras de televisi¨®n de los pa¨ªses ribere?os del Mediterr¨¢neo.El director de la Mostra, Jos¨¦ Luis Forteza, se?ala que la cifra de negocios de Mercafilm, que se cerr¨® el lunes, aunque el festival se prolongar¨¢ hasta el domingo, ha estado en torno a los 1.000 millones de pesetas. "Eso no es mucho en comparaci¨®n con los mercados europeos, como el de Cannes o el de Mil¨¢n, pero indica un crecimiento importante y el camino de la consolidaci¨®n".
Hasta hace cuatro a?os, en Espa?a no exist¨ªa ning¨²n mercado del cine. Mercaflim fue el primero y se cre¨® en el marco de la Mostra, con una configuraci¨®n jur¨ªdica similar a las ferias comerciales de cualquier otro g¨¦nero. Los organizadores de la Mostra pensaron en crear una plataforma para dar salida, fundamentalmente en el mercado de los pa¨ªses mediterr¨¢neos, a las producciones espa?olas y proporcionar, al mismo tiempo, una plataforma mercantil a cinematograf¨ªas con una calidad media alta, como la yugoslava, pero poco conocidas en otros pa¨ªses.
Este a?o se ha creado uno nuevo en Sitges, coincidente en el tiempo con Mercafilm, lo que ha producido malestar entre los organizadores de ¨¦ste. "Es incompresible", dice Forteza, " que se hagan dos mercados en las mismas fechas. Tengo la intenci¨®n de iniciar negociaciones con los organizadores del de Sitges para intentar encontrar alguna soluci¨®n".
Por otra parte, se ha concertado cerca de un centenar de proyectos de coproducciones a trav¨¦s de la oficina de coproducciones de Mercafilm. Los pa¨ªses mediterr¨¢neos, especialmente a trav¨¦s de sus emisoras de televisi¨®n, est¨¢n interesadas en las coproducciones para poder contrarrestar la presi¨®n de la oferta audiovisual de Estados Unidos.
Un marco inadecuado
La entrega del p¨²blico, que acude masivamente a la Mostra, tropieza con deficiencias de organizaci¨®n. El domingo se program¨® la pel¨ªcula Barrios altos, de Jos¨¦ Luis Garc¨ªa Berlanga, en la sala B del Palau de la M¨²sica y centenares de personas se quedaron fuera. Mientras tanto, en la sala A, con una cabida doble, se proyectaba una pel¨ªcula del ciclo de Monicelli con la mitad de las butacas vac¨ªas. El Palau de la M¨²sica, construido como auditorio, est¨¢ demostrando ser un marco inadecuado para la Mostra. S¨®lo hay dos salas y no son apropiadas por el nivel de reverberaci¨®n que produce la megafon¨ªa.El resto de los cines que proyectan pel¨ªculas del festival est¨¢n muy alejados y la cafeter¨ªa del Palau no tiene capacidad para acoger al p¨²blico que acude a ella.
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