El Sindicato socialista UIL pide al Gobierno italiano que regule la huelga por ley
Uno de los tres grandes sindicatos italianos, la Uni¨®n Italiana de Trabajadores (UIL), que afilia a socialistas y republicanos, ha pedido por primera vez la reglamentaci¨®n, por ley, de las huelgas en este pa¨ªs. La central comunista, CGIL, y la democristiana, CISL, ya han expresado su oposci¨®n al proyecto.La UIL, que es uno de los sindicatos m¨¢s j¨®venes y agresivos -cuyo secretario general, Giorgio Boenvenuto, es socialista-, ha llegado a amenazar con recoger firmas para promover un refer¨¦ndum popular a favor de la reglamentaci¨®n obligatoria de las huellas, tanto en el campo de la indusitria y el comercio como en el estatal, si el Gobierno no se mueve.
La respuesta del presidente del Gobierno, el democristiano Giovinni Goria, ha sido inmediata y ha enviado una carta personal a todos y cada uno de los ministros pidi¨¦ndoles su parecer sobre el problema antes de tomar cartas en el asunto.
EI problema se hab¨ªa agravado ¨²ltimamente, cuando los sindicatm llamados aut¨®nomos, es decir, que no pertenecen a las tres grandes organizaciones sindicales italianas -CGIL, CISL y UIL-, hab¨ªan paralizado pr¨¢cticamente todos los transportes p¨²blicos: trenes, aviones, autobuses y metro.
Servicios p¨²blicos
En su carta a los ministros, el presidente Goria insiste en dos puntos: no ha servido para nada hasta aqu¨ª la autorreglamentaci¨®n a la que se hab¨ªan comprometido los sindicatos en materia de huelga, y, al mismo tiempo, no es justo que, en los servicios p¨²blicos, los que paguen las consecuencias de las huelgas no sean los empresarios, sino "todos los ciudadanos indiscriminadamente".Los m¨¢s irritados son los sindicalistas de CGIL, en su mayor¨ªa comunistas, y tambi¨¦n, aunque en forma m¨¢s d¨¦bil, los de CISL, en su mayor¨ªa democristianos.
El secretario de UIL afirm¨® ayer ante quienes le atacaban que "libertad de huelga no significa libertad de arbitrio". Y a?adi¨® que est¨¢ cansado de que los ciudadanos, ante las "huelgas salvajes e incontroladas" promovidas por los aut¨®nomos, acaben echando el mochuelo a los sindicatos en general.
La reglamentaci¨®n de las huelgas por ley, seg¨²n los sindicalistas de UIL, deber¨ªa aplicarse sobre todo a los "servicios p¨²blicos esenciales", como, por ejemplo, transportes, hospedajes, escuelas, correos, limpieza urbana, bomberos, etc¨¦tera. Y ha explicado que, desde hace tiempo, en la industria se acepta una cierta autodisciplina en las huelgas. Ahora bien, ha insistido Benvenuto, ser¨ªa absurdo que se salvaguardaran los derechos de un alto horno que no debe pararse por ning¨²n tipo de huelga y que, sin embargo, no se pueda salvaguardar por ley, por ejemplo, el derecho de un enfermo a ser curado.
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