El arzobispo tradicionalista Lefebvre acude a Roma para entrevistarse con 'responsables' del Vaticano

El arzobispo tradicionalista franc¨¦s Marcel Lefebvre, que hab¨ªa sido suspendido a divinis por Pablo VI, a quien consideraba un hereje, lo mismo que a su antecesor, Juan XXIII, llega hoy a Roma para encontrarse con "los delegados vaticanos" seg¨²n han informado fuentes de la Fraternidad de P¨ªo X, la obra fundada por Lefebvre. El Vaticano no ha confirmado ni desmentido esta informaci¨®n y mantiene el silencio sobre los temas que se van a tratar. Tampoco se sabe si va a entrevistarse de nuevo con el cardenal Joseph Ratzineer, prefecto del ex Santo Oficio.
Algunas fuentes se?alan que las conversaciones podr¨ªan continuar con el visitador apost¨®lico aceptado por Lefebvre, encargado de visitar sus comunidades en Francia, Estados Unidos, Canad¨¢, Suiza e Italia. Pero es a¨²n secreto el nombre de dicho visitador. Podr¨ªa ser Giacinto Thiandoum, arzobispo de Dakar, en Senegal, relator oficial del s¨ªnodo que se est¨¢ celebrando en el Vaticano. Thiandoum ha mantenido siempre relaciones de amistad con Lefebvre.Tambi¨¦n se habla del arzobispo canadiense, de la curia romana, Edoardo Gagnon. Se han barajado asimismo los nombres del cardenal Giuseppe Siri, ex arzobispo de G¨¦nova, el purpurado m¨¢s tradicionalista de la Iglesia, buen amigo de Lefebvre, o bien del cardenal Pietro Oddi, ex prefecto de la Congregaci¨®n del Clero, quien hab¨ªa apreciado en el pasado los seminarios tradicionalistas y espiritualistas de Lefebvre, donde estudian hoy varios centenares de futuros candidatos al sacerdocio y de los que han sido ya ordenados 250.
La paz entre Lefebvre y Roma parece cosa hecha. Ahora se trata de buscarle una salida jur¨ªdica a su fundaci¨®n, hasta ahora no reconocida por Roma. Las hip¨®tesis son varias: desde una prelatura personal, tipo Opus Dei, a la de un instituto secular. Lo que Lefebvre quiere es poder tener una cierta independencia de los obispos donde est¨¢n enclavadas sus comunidades, para depender directamente de Roma, es decir, del Papa.
El arzobispo tradicionalista parece muy satisfecho. Piensa que ha obtenido m¨¢s de lo que pod¨ªa haber so?ado, como, por ejemplo, la desaparici¨®n de la suspensi¨®n a divinis, el reconocimiento de sus seminarios y de los sacerdotes por ¨¦l ordenados y el celebrar los ritos seg¨²n la liturgia del Concilio de Trento.
El ¨²nico punto oscuro es si el Vaticano le pedir¨¢, como siempre se hab¨ªa dicho, como condici¨®n indispensable para rehabilitarlo, la aceptaci¨®n p¨²blica de los decretos del Concilio Vaticano II, por ¨¦l siempre rechazados como her¨¦ticos.
Seg¨²n sus ¨²ltimas afirmaciones, Roma no le ha puesto ninguna condici¨®n. El compromiso podr¨ªa consistir en que dicha declaraci¨®n la haga privadamente ante el Papa o el cardenal Ratzinger. Lo importante ser¨ªa buscar una f¨®rmula que pudiera aceptar Lefebvre.
Con el cardenal Ratzinger no ser¨ªa dif¨ªcil conseguirlo, ya que ¨¦l mismo ha considerado siempre el Vaticano II como un concilio no teol¨®gico sino pastoral, y ha sido el m¨¢s duro en denunciar los males acarreados por una inadecuada aplicaci¨®n e interpretaci¨®n del Concilio, cosa que tambi¨¦n el papa Juan Pablo II ha hecho no pocas veces.
Silencio del Vaticano
Hay quien piensa que el silencio del Vaticano sobre el asunto se debe al hecho de que, en realidad, se trata de algo muy engorroso en las bodas de plata del Concilio Vaticano II Y mientras est¨¢ en curso un s¨ªnodo de obispos. La impresi¨®n es que s¨®lo la amenaza de Lefebvre de ordenar a cuatro obispos, creando as¨ª un nuevo cisma, ha obligado a Roma a adelantar los tiempos, cediendo m¨¢s de lo que hubiese deseado. Para conseguir un acuerdo lo m¨¢s cercano a los intereses del Vaticano el cardenal Ratzinger se entrevist¨® hace unos meses con Lefebvre. Si as¨ª fuera, Lefebvre habr¨ªa demostrado que con el Vaticano, en ciertas circunstancias, es importante alzar el precio del compromiso para obtener mayor tajada.
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