Satisfacci¨®n pol¨ªtica en Washington

Expertos norteamericanos calificaron ayer de "gigante de la poes¨ªa" al nuevo premio Nobel de Literatura, Joseph Brodski, mientras en medios pol¨ªticos no se ocultaba la satisfacci¨®n por que el galard¨®n sea recibido por un exiliado sovi¨¦tico que eligi¨® Estados Unidos como segunda patria y que es hoy ciudadano de este pa¨ªs y residente en Nueva York. La noticia de la concesi¨®n del Nobel a Brodski, que se encuentra actualmente en Londres, tuvo menos repercusi¨®n de lo normal en una jornada en la que los norteamericanos vivieron pendientes de la crisis de la bolsa y de la situaci¨®n b¨¦lica en el golfo P¨¦rsico.

La concesi¨®n del Nobel a Brodski se produce justo cuando Estados Unidos est¨¢ presionando pol¨ªticamente a Gorbachov para que respete los derechos humanos y demuestre su pol¨ªtica liberalizadora permitiendo emigrar a todos los que lo deseen. El secretario de Estado, George Shultz, se encontraba ayer en Mosc¨² negociando con los dirigentes del Kremlin.De alguna forma, si se admite que este tipo de premios tienen siempre algo de pol¨ªticos, el galard¨®n a Josep Brodski es el contrapunto al Nobel de la Paz al presidente costarricense, ?scar Arias, que cay¨® como un jarro de agua fr¨ªa sobre la Administraci¨®n del presidente Ronald Reagan.

Brodski, desde su llegada a Nueva York, despu¨¦s de dudar si se establec¨ªa o no en Israel, dio lecturas de su poes¨ªa y conferencias por todo el pa¨ªs pronunci¨¢ndose contra la censura en la Uni¨®n Sovi¨¦tica y en la Europa del Este.

Est¨¢ tambi¨¦n vinculado con la universidad neoyorquina de Columbia, y previamente lo estuvo con la universidad de Michigan. Desde el a?o 1978 es miembro elegido de la Academia de Artes y Ciencias de Estados Unidos.

Carta a Breznev

Poco despu¨¦s de llegar a Estados Unidos, Brodski escribi¨® una carta a Leonid Breznev, dirigente m¨¢ximo sovi¨¦tico de la ¨¦poca, en la que afirmaba lo siguiente: "Siento amargura al dejar Rusia, pertenezco a la cultura rusa, me siento parte de ella, componente de la misma, y ning¨²n cambio de lugar puede influenciar las consecuencias finales de este hecho. Un lenguaje es algo mucho m¨¢s antiguo e inevitable que un Estado. Pertenezco a la lengua rusa".

"Brodski es una cosa rara en los tiempos actuales, un poeta importan ha escrito el experto norteamericano en literatura rusa Henry Gifford en el Times Litterary Supplement. "Su discurso po¨¦tico es muy refinado" y contrasta con la obra mundana y ligera de otros conocidos poetas sovi¨¦ticos, como Evgeni Evtuchenko o Andrei Voznesenski, declar¨® ayer Duffield White, profesor de ruso en la universidad Wesleyan.

White sit¨²a a Brodski en la tradici¨®n de los grandes poetas modernistas rusos Ossip Mandelstam, Anna Akhmatova y Marina Tsvetaeva. "Es una figura de la cultura de masas en la URSS, y para muchos de su generaci¨®n es un dios", a?adi¨® White.

En el a?o 1965, cuando a¨²n estaba cumpliendo un exilio interior en un campo de trabajos forzados en Siberia como par¨¢sito social, apareci¨® en Estados Unidos su primer libro de poes¨ªa, Verse and poems.

M¨¢s de media docena de sus obras po¨¦ticas han sido publicadas ya en ingl¨¦s en este pa¨ªs; la ¨²ltima, titulada A part of speech, presenta una selecci¨®n de trabajos desde 1965 a 1978. En 1981, el nuevo premio Nobel de Literatura, Josep Brodski, obtuvo una beca de 40.000 d¨®lares al a?o que conced¨ªa la Fundaci¨®n McArthur. El pasado a?o, un volumen de sus ensayos, titulado Less than one, obtuvo el Premio de la Cr¨ªtica Literaria.