Edwin Milton Yoder
Premio Pulitzer en 1979, columnista de 'The Washington Post' y otros 69 peri¨®dicos
Posee el Premio Pulitzer, el m¨¢s prestigioso para un periodista, y es editorialista de uno de los peri¨®dico m¨¢s reputados de EE UU, The Washington Post. Sus art¨ªculos de opini¨®n se publican tambi¨¦n en otros 69 peri¨®dicos. Ninguna de estas cosas ha conseguido que Edwin Milton Yoder, de 53 a?os, sea un pedante, o si lo es, lo disimula muy bien. Escudado en su sentido del humor, da la sensaci¨®n de que, en el fondo, muy pocas de las cosas que uno hace tienen importancia, y ¨¦l mismo adopta este papel desmitificador.
Edwin Milton Yoder se encuentra en Madrid, donde participa en un seminario sobre el segundo centenario de la Constituci¨®n norteamericana, organizado por el Instituto de Espa?a en colaboraci¨®n con el centro cultural Washington Irving.Yoder, uno de los columnistas m¨¢s prestigiosos de EE UU, naci¨® en Mebane, peque?a localidad de Greensboro, en Carolina del Sur. El haber sido hijo de maestros y asistido al colegio donde trabajaban sus padres despert¨® su instinto de insumisi¨®n: "Todos esperaban de m¨ª que fuera un ni?o mod¨¦lico", recuerda. Y ¨¦sa fue una de las razones para que se convirtiera en "un travieso y un pelma". A?os m¨¢s tarde, cuando se gradu¨® en Historia e Ingl¨¦s en la universidad de Carolina del Norte (Chapel Hill), tampoco hizo lo que se esperaba de ¨¦l y se dedic¨® al periodismo. Tras dirigir la revista universitaria, regres¨® a Greensboro para trabajar en el peri¨®dico local, de donde pas¨® a The Washington Star como responsable de la p¨¢gina editorial, hasta el cierre de la publicaci¨®n en 1981. Desde entonces, The Washington Post y 69 peri¨®dicos m¨¢s publican los comentarios de Yoder, en su calidad de "columnista sindicado", que viene a ser el articulista de lujo de una agencia distribuidora de comentarios de opini¨®n.
"No crea que uno se encuentra como un ser poderoso e influyente", asegura, "porque no es as¨ª. Uno se comporta como en la tortura china de la gota de agua, que cae y cae hasta que logra perforar. He escrito decenas de art¨ªculos, a veces hasta centenares, sobre un mismo tema, defendiendo una misma tesis, una y otra vez. A lo mejor, al final, he logrado que una persona modifique su punto de vista". Yoder abarca un amplio abanico en sus an¨¢lisis diarios. Escribe poco de internacional, "porque procuro ser honesto, y s¨®lo escribo de lo que verdaderamente conozco. Para opinar de temas internacionales tendr¨ªa que viajar mucho m¨¢s de lo que acostumbro a hacer". Pero es muy prol¨ªfico en cuestiones relacionadas con la Constituci¨®n americana y los modos de vivir de sus compatriotas, la moral, la econom¨ªa y, muy especialmente, la literatura.
Conoce personalmente a los ex presidentes Ford y Carter y a Ronald Reagan. Del primero asegura que es un hombre mucho menos torpe de lo que parec¨ªa en televisi¨®n y tambi¨¦n que es "culto e inteligente, y estaba mejor informado que los otros presidentes"; con el segundo estaba de acuerdo en muchas de cosas, "pero con ¨¦l te sent¨ªas inc¨®modo a menudo. Era muy detallista". Con Reagan, "uno se siente bien, porque un hombre relajado y simp¨¢tico, pero no comparto ni una de sus ideas". Finalmente, de Nixon, a quien no lleg¨® a conocer personalmente pero a quien convirti¨® en blanco de sus cr¨ªticas hasta su dimisi¨®n, prefiere no hablar, "para no ser grosero". En cualquier caso, siempre ha procurado ser lo m¨¢s objetivamente posible, distanciarse de los hechos y de las personas y eso le ha llevado a la conclusi¨®n de que, en realidad, "ninguno me resulta especialmente atractivo".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.