Piggott, condenado a tres a?os de c¨¢rcel por fraude fiscal

El brit¨¢nico Lester Piggott, de 51 a?os de edad y considerado como el mejor jinete de la historia h¨ªpica, fue condenado ayer a tres a?os de c¨¢rcel por evasi¨®n de impuestos. Piggott, que se convirti¨® en preparador tras su retirada, producida en 1985, reconoci¨® ante el tribunal que le ha juzgado haber ocultado m¨¢s de tres millones de libras (600 millones de pesetas) de sus ingresos y haber defraudado m¨¢s de 1,8 millones (360 millones de pesetas) de impuestos -incluido el de valor a?adido (IVA)_ no pagados. El condenado decidi¨® no recurrir la sentencia y comenz¨® ayer mismo a cumplir la pena.

El ganador de m¨¢s de 5.000 carreras a lo largo de 38 a?os de actividad en el turf compareci¨® ante un tribunal acusado de una "masiva evasi¨®n fiscal a lo largo de los ¨²ltimos diez a?os", en palabras del fiscal, quien acus¨® al deportista de "ocultar deliberada y persistentemente el verdadero nivel de sus ingresos", escondido en 17 cuentas en diversas partes del mundo.El caso salt¨®, en primer lugar como esc¨¢ndalo, a principios de 1985, cuando un propietario enrabietado dio el soplo sobre pr¨¢cticas ?legales de Piggott, quien reclamaba tarifas y compensaciones extras por montar. Este cabo sirvi¨® para que el fisco empezara a desenredar el ovillo en el que intu¨ªa que se hab¨ªan convertido las finanzas del jinete. A la Hacienda brit¨¢nica no le importaba si Piggott violaba las normas del Jockey Club, sino si Piggott cotizaba por esos extras. Al final, la operaci¨®n Centauro obtuvo pruebas de la ligereza del jinete y le coloc¨® ante los tribunales.

?sta era la tercera vez que Piggott, quien cuenta 51 a?os de edad, ten¨ªa problemas con Hacienda, pero las dimensiones del caso hicieron que no pudiera resolverse fuera de los tribunales, al contrario que en anteriores ocasiones.

La defensa hizo ayer un pat¨¦tico alegato para intentar salvar al jinete, descrito como una persona solitaria, ahorradora y frugal, mentalmente incapacitada para llevar sus cuentas. "Es un hombre extremadamente ahorrador, un acumulador de dinero, sin intereses, relaciones o conocimiento de nada fuera de las carreras", dijo el abogado, John Mathew. Seg¨²n el defensor, "Piggott tiene una limitada capacidad mental, en lo m¨¢s bajo del promedio de inteligencia", que se ha podido ver reducida por las lesiones cerebrales sufridas como consecuencia de ca¨ªdas del caballo.

Estos atenuentes no terminaron de convencer al juez,Donald Farquharson, quien bas¨® la sentencia en su incapacidad para pasar por alto el fraude fiscal del deportista .mientras gente que gana mucho menos paga todos sus impuestos".

6.000 millones

Piggott, que ostenta la Orden del Imperio Brit¨¢nico por su contribuci¨®n a la h¨ªpica y a quien se considera uno de los deportitas con m¨¢s dinero [unos 6.000 millones de pesetas, seg¨²n Efe], estableci¨® con uno de los grandes preparadores de las Islas, Henry Cecil, un acuerdo comercial que violaba las normas de la h¨ªpica brit¨¢nica, que proh¨ªbe la recepci¨®n de pagos secretos. Seg¨²n este pacto, Cecil escribi¨® a una serie de propietarios -el gohta de los hip¨®dromos, desde pr¨ªncipes saud¨ªes hasta navieros griegos o lores brit¨¢nicos- una carta en la que les comunicaba que, si quer¨ªan a Piggott vistiendo sus colores, deb¨ªan pagar 45.000 libras adicionales sobre las 10.000 que cobraba por montar, as¨ª como un 7,5% extra del eventual premio y otras cantidades por distintos conceptos.Las innumerables victorias a lo largo de los a?os logradas bajo estas condiciones econ¨®micas le produjeron a Piggott sustanciosos beneficios que se olvid¨® de declarar y, seg¨²n la acusaci¨®n, disfraz¨® en cuentas bancarias con diferentes nombres en lugares tan proclives a aceptar dinero poco claro como las islas Cayman o las Bahamas.

Cuando la polic¨ªa, a primeros del a?o pasado, ultim¨® la operaci¨®n Centauro con el registro de la propiedad de Piggott y las de otras notables figuras con las que el jinete hab¨ªa tenido relaci¨®n, el nueve veces ganador del Derby de Epsom se avino a colaborar. Ante el juez, se declar¨® arrepentido y culpable.

Tras ser condenado, Piggott, entreg¨® su licencia de preparador al Jockey Club, que, a su vez, se la pas¨® a la se?ora Piggott para que, mantenga el negocio mientras su esposo cumple la sentencia. El abogado del jinete dijo que, cuando salga de la c¨¢rcel, Piggott continuar¨¢ su carrera de preparador.