Sermoncillo

Como yo creo en la soberan¨ªa popular y en el Estado de derecho, y he apostado por las libertades democr¨¢ticas; como, precisamente por eso, no me gustan los trapicheos, ni la parafernalia de los poderosos, ni los divos, ni los matones, suelo atreverme al lujo de ser respondona. Mi respuesta de hoy es para su editorial El futuro de Euskadi. No quiero decir con ello que Cebri¨¢n sea poderoso (que s¨ª), ni divo (que seguramente), ni trapicheador (que ni idea), ni mat¨®n (que Dios me libre).S¨®lo quiero decir que, por esta vez, ha dejado en el bolsillo su buena informaci¨®n y se ha sacado un regusto a sermoncillo paternal y lecci¨®n magistral de novato. La eventual integraci¨®n de Navarra en Euskadi no depende, antes que nada, de que ETA deje de matar, sino, m¨¢s que nada, de la voluntad del pueblo navarro. Nuestra voluntad pasa por las urnas; toda Espa?a sabe el resultado.

Cada muerte de uno de nosotros nos afecta a todos. Los navarros hace ya muchos siglos que tenemos conciencia de ser un pueblo plural, contrastado, dic¨®tomo, pero uno. En eso est¨¢n de acuerdo todas las fuerzas pol¨ªticas; as¨ª que cada asesinato nos asesina un poco a todos. Pero la muerte como chantaje no nos sirve. A nadie que crea en la libertad deber¨ªa servirle.

Naturalmente que Cebri¨¢n es mucho Cebri¨¢n para dejarse nada en el bolsillo; as¨ª que, como usted debe saber m¨¢s que nosotros, a pesar de que nosotros somos los afectados por el supuesto pacto, ?ser¨ªa usted tan gentil de informamos?

Mire, la verdad es que no nos suelen gustar nada los pactos en los que se excluye a nuestras instituciones y se les dan a posteriori ya hechos: mal camino. Aunque al final del camino alguien crea vislumbrar la paloma de la paz, yo espero, por mi gente, que no les estalle el polvor¨ªn en las manos.-