El congreso chino

EL CONGRESO del Partido Comunista de China que se abre hoy en Pek¨ªn es un acontecimiento cuya trascendencia internacional no se puede subvalorar. Ese pa¨ªs gigantesco, en el que vive la cuarta parte de la poblaci¨®n del planeta, tiene un peso enorme en la escena mundial, sobre todo en una etapa en que derivan hacia el Pac¨ªfico los factores determinantes de la historia. Adem¨¢s, este XIII congreso se celebra en un momento incierto. Con frecuencia los congresos de los partidos comunistas en el poder son ceremonias rituales que consolidan situaciones ya establecidas, puesto que el verdadero centro del poder est¨¢ en la c¨²pula dirigente que tiene en sus manos las palancas del Estado. Pero no ocurre as¨ª en este caso: las propias especulaciones que han precedido al congreso indican que ¨¦ste se encuentra ante diferentes opciones.Si el XII congreso, en 1982, fue m¨¢s bien de liquidaci¨®n de un pasado, con el entierro del mao¨ªsmo y la confirmaci¨®n en el poder de Deng Xiaoping y de sus ¨ªntimos colaboradores, Hu Yaobang y Zhao Ziyang, el actual congreso tiene que decidir sobre todo problemas de futuro. Ser¨ªa exagerado decir que est¨¢ en juego la pol¨ªtica de reforma: los que recelan no se atreven a pronunciarse abiertamente contra ella. Pero del congreso van a depender la amplitud y el ritmo con que seguir¨¢ adelante. Cuando Deng lanz¨® en 1978 su pol¨ªtica de reforma, no encontr¨® casi oposici¨®n. Era la v¨ªa de salvaci¨®n, para una China hundida en el caos creado por la revoluci¨®n cultural. Desde entonces los ¨¦xitos han sido espectaculares, sobre todo en la agricultura. Con audaces innovaciones econ¨®micas y una apertura sin precedentes en sus relaciones exteriores, en particular con Occidente, los chinos han logrado una elevaci¨®n de su nivel de vida que nadie se atreve a negar. A la vez, los r¨¢pidos cambios en las formas de vida y la ruptura con dogmas tradicionales han causado recelos en el grupo conservador, que sigue ocupando fuertes posiciones en la direcci¨®n del partido.

El ¨¦xito de Deng en el actual congreso se podr¨¢ medir en torno a algunos temas centrales. En primer lugar, la reforma pol¨ªtica. Despu¨¦s de la retirada de Hu en enero, Deng ha reducido sus propuestas democratizadoras. Pero tendr¨¢ suma importancia la decisi¨®n del congreso ante el proyecto de separar el partido y el Estado, paso esencial para dotar de una autonom¨ªa real a las empresas y para reducir el asfixiante peso burocr¨¢tico. En el terreno econ¨®mico, los conservadores se van a esforzar por limitar al m¨¢ximo la reforma en la industria y el ¨¢mbito de las audaces experiencias de "zonas especiales", en las que se desarrollan pujantes empresas privadas. Pero sobre estos problemas program¨¢ticos, como ha ocurrido en tantas ocasiones, existen muchas posibilidades para soluciones de compromiso.

El resultado m¨¢s visible del congreso se manifestar¨¢ probablemente en el problema del rejuvenecimiento del partido, y de su direcci¨®n. El plan de Deng es lograr, dando ejemplo ¨¦l mismo, que los dirigentes m¨¢s veteranos se retiren del bur¨® pol¨ªtico, lo cual debilitar¨ªa al grupo conservador.

Todos los observadores de la realidad china registran el dinamismo, sobre todo entre la juventud urbana, de una sociedad atra¨ªda hacia la modernidad principalmente por el est¨ªmulo econ¨®mico. Ser¨ªa muy importante para el futuro de China que ese dinamismo sea un factor enriquecedor del proceso de reformas iniciado por Deng Xiaoping.