Cartas al Director
El corresponsal de este peri¨®dico en Bruselas, Ignacio Cembrero, cubri¨® como enviado especial las ¨²ltimas elecciones generales danesas (ver EL PA?S de los d¨ªas 7, 8 y 10 de septiembre de 1987). Un lector, Carlos A. Villanustre, desde Copenhague, envi¨® una misiva, que se public¨® en Cartas al Director el 13 de octubre, en la que se?alaba cinco equivocaciones aparecidas en las cr¨®nicas de Cembrero. La publicaci¨®n de la carta se hizo sin consultar con el corresponsal, quien ahora responde a trav¨¦s del ombudsman para aclarar a los lectores que no hubo tales equivocaciones: "Cuatro de las cinco cr¨ªticas formuladas contra m¨ª est¨¢n equivocadas, y s¨®lo en una tiene el autor de la carta parcialmente raz¨®n. Es cierto que en mi primera cr¨®nica electoral el nombre de un partido pol¨ªtico aparece incompleto en dan¨¦s [se le menciona con el nombre de Venstre, no precedido de la palabra Radikale], pero s¨ª est¨¢ la traducci¨®n completa y correctamente escrita en castellano [radical-liberales]".En cuanto al resto de las equivocaciones se?aladas por el lector, Cembrero reafirma lo publicado en sus cr¨®nicas: Hay desideologizaci¨®n en la vida pol¨ªtica danesa. No es equivocado hablar de partidos de izquierda o derecha cuando se refiere a Dinamarca, puesto que as¨ª son denominados por la Prensa internacional (La Stampa, Le Monde, Wall Street Journal, Financial Times). El l¨ªder del Partido Progresista, Mogens Glistrup, s¨ª estuvo cuatro a?os en la c¨¢rcel, y no uno, como se?ala el lector. Y, por ¨²ltimo, el Partido del Rumbo Com¨²n s¨ª est¨¢ considerado como "de tendencia comunista", "comunista", "orientado hacia el comunismo" y "de extrema izquierda", seg¨²n agencias y peri¨®dicos de otros pa¨ªses.
Cembrero se lamenta de que no es ¨¦sta la primera ocasi¨®n en que en Cartas al Director se contradicen sus informaciones con datos inciertos que hacen dudar al lector sobre la fidelidad de las informaciones de este corresponsal: "En los ocho a?os largos que llevo en el peri¨®dico es la tercera vez que aparecen cartas rectificando datos o hechos que figuran en mis cr¨®nicas, y en las dos ocasiones anteriores dispon¨ªa de pruebas escritas que desment¨ªan a los firmantes de las cartas y a pesar de mis protestas nunca consegu¨ª publicar. A principios de 1984, un oficial de la Marina espa?ola sostuvo que las caracter¨ªsticas t¨¦cnicas del acorazado norteamericano New Jersey, que por aquellas fechas patrullaba frente a las costas de L¨ªbano, eran err¨®neas, cuando hab¨ªan sido extractadas de un folleto del Pent¨¢gono que me hab¨ªa sido entregado a bordo del barco. En mayo de 1985, el entonces secretario de Estado de Comercio, Luis de Velasco, abr¨ªa la secci¨®n de Cartas al Director asegurando que su prevista visita a Egipto acompa?ando a Fernando Mor¨¢n, que finalmente no tuvo lugar, nunca hab¨ªa sido anunciada, cuando figuraba en el programa oficial de la estancia del ministro espa?ol difundido por el Ministerio de Asuntos Exteriores egipcio y en otro oficioso elaborado por la Embajada de Espa?a. En este caso, Velasco rectificaba nada menos que un editorial titulado Reencuentro con Egipto e ¨ªntegramente escrito por m¨ª, y al publicar su supuesto ment¨ªs se pon¨ªa directamente en duda la credibilidad del peri¨®dico".
Los problemas que se crean desde hace a?os en torno a esta importante secci¨®n del peri¨®dico, Cartas al Director, han sido tema importante tratado en la reuni¨®n del pasado viernes 23 de octubre entre el comit¨¦ de redacci¨®n y la direcci¨®n del peri¨®dico. En el comunicado posterior se informa: "El comit¨¦ denunci¨® que se siguen publicando cartas sin consultar al redactor implicado, cartas con errores y cartas con firmas falsas. El director anunci¨® que la secci¨®n de cartas se ampliar¨¢ con m¨¢s periodistas para evitar estos problemas".
Un lamentable error
En el crucigrama de EL PA?S del pasado d¨ªa 16 de octubre, los lectores deb¨ªan colocar (en 12 verticales) la palabra de seis letras que correspondiese a "alima?as o mujeres". La soluci¨®n era "zorras". Numerosos lectores, asombrados (tambi¨¦n indignados) ante esta soluci¨®n, han protestado. Seg¨²n el Diccionario de la Lengua Espa?ola, alima?a es: "Animal perjudicial a la caza menor, como la zorra, el gato mont¨¦s, el milano, etc¨¦tera". Y entre las definiciones de zorra el diccionario se?ala a "la prostituta, mujer p¨²blica". El ombudsman investig¨® sobre tan lamentable error, y pudo comprobar que no hubo un fallo de talleres; no se elimin¨® ninguna palabra por motivos de ajuste en el texto enviado por el colaborador, Peko, que a diario realiza el crucigrama. El autor del pasatiempo, sorprendido porque no ley¨® el peri¨®dico donde aparec¨ªa este trabajo, se disculpa por lo que considera el m¨¢s tremendo y grave error en los 11 a?os de colaboraci¨®n: "Estoy apenado. Nunca se me ocurrir¨ªa poner eso. Est¨¢ claro que quise poner ciertas mujeres. Es culpa m¨ªa, y se me pasar¨ªa al escribir. Un error totalmente involuntario. Lo siento profundamente, es una omisi¨®n lamentable. No puedo justificarlo de otra forma. Evidentemente, no era mi intenci¨®n".
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