La mirada culpable

Seg¨²n parece deducirse de la documentaci¨®n facilitada por la distribuidora espa?ola, hay una notable diferencia entre el argumento de Falso testigo y el de la novela en que se basa el filme. Curtis Hanson, que firma en calidad de director y tambi¨¦n como guionista, ha aportado aventura policiaca a la trama novelesca, que se refugiaba casi exclusivamente en el conflicto moral. Para a?adir nuevas secuencias y cambiar de registro, Hanson ha cre¨ªdo que lo mejor era ponerse bajo la advocaci¨®n de san Alfred Hitchcock y pedirle prestadas ideas y decorado de La ventana indiscreta, El hombre que sab¨ªa demasiado, Falso culpable, etc¨¦tera. De esta manera, la cr¨®nica de las dudas de una pareja ad¨²ltera que contempla un crimen y no se atreve a denunciarlo para preservar el secreto de su relaci¨®n se transforma en un relato policiaco, sobre todo a partir del momento en que la mujer -Isabelle Huppert, espl¨¦ndida- desaparece de la ficci¨®n y con ella toda posible ambig¨¹edad.

Ejercer de 'voyeur'

En La ventana indiscreta, Hitchcock planteaba el precio que hay que pagar por ejercer de voyeur, consistente en la rebeli¨®n del espiado que ataca al mir¨®n. En Falso testigo, el sentimiento de culpa nace menos del espionaje o de la obligaci¨®n moral de ayudar a la justicia que de la necesidad de expiar el adulterio. Durante una buena parte del metraje, Hanson hace evolucionar la historia en este sentido, mostrando c¨®mo se deteriora el amor de la pareja, Terry y Sylvia, mientras se agranda la figura del otro v¨¦rtice del tri¨¢ngulo, el jefe de ambos, profesional para ¨¦l, matrimonial para ella. Pero no quiere mantenerse siempre en este registro, y la ¨²ltima media hora es mucho m¨¢s convencional.Falso testigo es un excelente telefilme policiaco y una irregular pel¨ªcula. La exigencia de cada medio, que convierte a un mediocre cineasta en el rey de las ficciones televisivas, pero que tambi¨¦n dota al profesional de la peque?a pantalla de una experiencia hoy extra?a a los profesionales del cine, explica la afirmaci¨®n. En conjunto, aunque Falso testigo sea una pel¨ªcula que renuncia a sus virtudes, quedan el placer de la pantalla grande y del formato panor¨¢mico, la presencia de dos actrices estupendas y las dificultades de adaptaci¨®n de un actor al que es muy dif¨ªcil verlo sin la gorra de polic¨ªa -Steve Guttenberg es el listo de la serie Loca academia de polic¨ªa, 1, 2, 3, 4-, as¨ª como el ajustado tratamiento del decorado -la ciudad de Baltimore y los cl¨¢sicos interiores de estudio- como elementos suplementarios de inter¨¦s.