Cartas intrascendentes

Entre las cartas que usted no ha tenido a bien publicar figuran algunas m¨ªas, merced a lo cual he llegado a la conclusi¨®n de que para autorizar su publicaci¨®n han de dar una imagen muy precisa, y sobre todo cuidando que ¨¦sta, pol¨ªtica y pol¨¦micamente, no tenga ninguna trascendencia. Por ello me llam¨® la atenci¨®n, en principio, que publicara la carta del se?or Gil y Gil. Pero he llegado a la deducci¨®n de que por esta carta usted deber¨ªa darle las gracias p¨²blicamente, por el gran favor que le ha hecho. ?C¨®mo no iba a publicarla? ?C¨®mo no iba a aprovechar esta ocasi¨®n, con la cantidad de beneficios de toda ¨ªndole que aporta su publicaci¨®n, y que al mismo tiempo sirve para descalificarse ¨¦l mismo?Se?or Cebri¨¢n: Supongo que ¨¦sta tampoco la publicar¨¢, sin preocuparle lo que yo pueda sentir por ello, pero sepa que no voy a reventar por cuanto que al escribirlas considero que ya he dicho lo que quer¨ªa, pero es curioso que yo pretend¨ªa airear, por ejemplo, en relaci¨®n con la Banca Catalana como ?cu¨¢ntos millones se tienen que estafar para no ser procesado?, o ?a partir de qu¨¦ cargo o representaci¨®n pol¨ªtica se tiene inmunidad penal? Yo s¨®lo soy un ciudadano irrelevante.

En otra carta comentaba los sueldos que se est¨¢n asignando algunos alcaldes, presidentes de diputaci¨®n, etc¨¦tera, en comparaci¨®n del gran esfuerzo que ha hecho el Gobierno para elevar las pensiones m¨¢s bajas en 2.000 o 3.000 pesetas, sabiendo que es insuficiente el tal esfuerzo.

En fin, este tipo de cartas no son las m¨¢s convenientes para un peri¨®dico plural. ?Con lo a gusto que las publicar¨ªan otros!-