Regreso a la Unesco

El pr¨®ximo relevo de Amadou Mahtar M'Bow como director general de la Unesco es bien recibido por lo que supone en s¨ª mismo y tambi¨¦n como aviso para los bur¨®cratas atrincherados en otros organismos internacionales. Despu¨¦s de 13 a?os, M'Bow ha llegado a considerar que su cargo, con unas ganancias de 170.000 d¨®lares anuales, era una pertenencia inexpugnable. Pero su candidatura para un tercer per¨ªodo de seis a?os result¨® tan pol¨¦mica que el propio Gobierno de Senegal le recomend¨® que abandonara.Lo que la Unesco ha perdido es el ¨¦xito s¨®lido e incontrovertido en campa?as apoyadas por todo el mundo. Pa¨ªses tan dispares como Egipto y M¨¦xico elogian programas escolares pr¨¢cticos. Un valioso logro de la organizaci¨®n es el Consejo Internacional de Monumentos, que se ocupa de proteger tesoros tales como el gran templo budista de Borobudur, en Indonesia, as¨ª como los amenazados cascos antiguos de las ciudades hist¨®ricas. Y parece probable el florecimiento del desarrollo cient¨ªfico de la Unesco con Federico Mayor Zaragoza, el bioqu¨ªmico y profesor espa?ol, cuya elecci¨®n como director general est¨¢ a la espera de la ratificaci¨®n formal.

Con la marcha de M'Bow y la reconsideraci¨®n de la reforma del organismo se dan firmes razones para la vuelta de Estados Unidos. Las concesiones de Mosc¨² respecto a sus posiciones ideol¨®gicas merecen la reciprocidad de los norteamericanos.

28 de octubre