Investigadores de los Laboratorios Bell reproducen en 'microchips' el cerebro de un caracol

Investigadores de los Laboratorios Bell, de la empresa multinacional AT&T, uno de los centros de investigaci¨®n m¨¢s importantes del mundo, han reproducido en microchips (circuitos integrados miniaturizados) la arquitectura biol¨®gica del cerebro de un caracol. Esto permitir¨¢, cuando menos, reconstruir de forma artificial el comportamiento del citado animal y avanzar en el reconocimiento automatizado de objetos y nombres, anunci¨® ayer a este peri¨®dico el presidente de AT&T Bell Laboratories, lan M. Ross, que se encuentra de paso en Espa?a.

"Estamos realizando uno de los trabajos m¨¢s fascinantes", se?ala lan M. Ross, "estudiando el cerebro del caracol. El primer paso ha sido definir la arquitectura de sus neuronas activas. A continuaci¨®n hemos tomado una pieza de silicio y hemos reproducido en ella electr¨®nicamente la arquitectura de las neuronas del caracol. Esto nos permitir¨¢ reconstruir lo que, desde un punto de vista digamos humano, hace el caracol"."Pero podemos ir todav¨ªa m¨¢s lejos", a?ade Ross. "Si ponemos m¨¢s neuronas electr¨®nicas en el chip de silicio que las que hemos encontrado en el cerebro del caracol, entonces conseguiremos un ordenador con arquitectura biol¨®gica, distinto y mucho m¨¢s capaz que los ordenadores actuales".

Para el presidente de los Laboratorios Bell, esta investigaci¨®n permitir¨¢ solucionar de momento algunos problemas de re conocimiento de objetos y nombres. Ross admite que todav¨ªa se encuentran con muchos problemas en la construcci¨®n de redes neuronales con base en los microchips y recalca que nadie pretende reemplazar el cerebro humano por materiales y funciones electr¨®nicas. "Simplemente, buscamos nuevos caminos para procesar la informaci¨®n".

Ian M. Ross es presidente de los Laboratorios Bell, en los que trabajan 22.000 personas, desde .1979. Naci¨® en el Reino Unido y se gradu¨® en Ingenier¨ªa Electr¨®nica en la universidad de Cambridge en 1952. Su l¨ªnea de investigaci¨®n favorita ha sido la de los materiales superconductores. Tambi¨¦n ha trabajado para el, programa Apollo de la NASA. En la actualidad es miembro de la Academia Nacional de Ingenier¨ªa y Ciencia de Estados Unidos. Acaba de llegar a Madrid desde Ginebra, donde ha pronunciado una conferencia sobre La evoluci¨®n de la red inteligente, en el marco de los debates del Telecom, la exposici¨®n mundial sobre telecomunicaciones que se celebra cada cuatro a?os.

Red inteligente

La llamada red inteligente es para Ross lo mismo que la Red Digital de Servicios Integrados (RDSI), que permite integrar en una sola red la voz, los datos y las im¨¢genes. "Desde el punto de vista puramente tecnol¨®gico, este problema est¨¢ resuelto y tan s¨®lo quedan por superar algunas dificultades econ¨®micas y otras de tipo pol¨ªtico y de normalizaci¨®n y estandarizaci¨®n", explica.En este tema, como en el de la inteligencia artificial o los sistemas expertos, desempe?ar¨¢ un importante papel la nueva generaci¨®n de microchips con la posible sustituci¨®n del silicio por el arseniuro de galio. Seg¨²n Ross, la factor¨ªa de AT&T que se inaugurar¨¢ dentro de unos d¨ªas en Espa?a fabricar¨¢ microchips avanzados, de estas caracter¨ªsticas. "Usaremos las t¨¦cnicas de Estados Unidos, aunque con algunas modificaciones para adaptarlos al nuevo entorno. Estos chips ser¨¢n dise?ados en Madrid para responder a las aplicaciones espa?olas y europeas".

Otro de los procesos de investigaci¨®n no menos apasionante, en opini¨®n de Ross, que est¨¢n llevando a cabo los laboratorios que ¨¦l dirige es el del reconocimiento automatizado del lenguaje. "Se trata de un problema tan interesante como dif¨ªcil", explica, "porque se necesitan unas ecuaciones matem¨¢ticas muy complicadas para transformar la voz en datos, en algoritmos y viceversa, es decir, transformar la escritura y los datos en voz".

"Hasta ahora, el ordenador m¨¢s capaz que tenemos s¨®lo puede reconocer 200 palabras de una persona y transformarlas en escritura. Sin embargo, debemos ser optimistas porque cada 18 meses, aproximadamente, aparecen nuevos ordenadores que doblan esta capacidad. El panorama en el reconocimiento de la voz cambiar¨¢ radicalmente en los pr¨®ximos 5 o 10 a?os", a?ade.