Desalojados los ocupantes del edificio de 'lnformaciones'
A las 17.25 de ayer, un adolescente moreno y delgado, con un peque?o arete en la oreja y cazadora negra, abandonaba, ante la mirada atenta de los agentes de la Polic¨ªa Nacional, el viejo edificio de Informaciones. Era el ¨²ltimo. Con ¨¦l, la okupaci¨®n iniciada en la madrugada de ayer por medio centenar de j¨®venes hab¨ªa concluido. El polvo y el silencio volvieron a reinar en el edificio del hist¨®rico diario madrile?o.
En la puerta del edificio, unos carteles de papel informaban de las razones de la ocupaci¨®n: la falta de espacios verdes, de locales para la juventud del barrio. Y se anunciaba una fiesta -"ven disfrazado"- cuando terminaran las tareas de limpieza. Pero los cubos, las fregonas y las eskobas hubieron de ser trasladados al local de enfrente, un bar, el Marx Madera, del PCE, que en una pancarta pregonaba su apoyo a la ocupaci¨®n. No se termin¨® la limpieza y no hubo fiesta.El desalojo fue pr¨¢cticamente pactado entre los j¨®venes, miembros de la Asamblea de Okupantes, y la polic¨ªa. Los ocupantes abandonaron el local sin oponer resistencia. Y los agentes de polic¨ªa esperaron a que terminaran el traslado de los pocos enseres que hab¨ªan introducido en las dependencias del diario antes de penetrar para comprobar que nadie quedaba en su interior.
Un agente de paisano se situ¨® en la puerta, mientras un grupo de uniformados, equipados con linternas, entraba a los locales del peri¨®dico.
"Lo ¨²nico que queremos es un sitio donde estar. Nos gustar¨ªa hacer actos culturales y ten¨ªamos pensado montar incluso un comedor popular", explic¨® una muchacha. "En el barrio no hay ni una sola instalaci¨®n cultural o deportiva".
La Asamblea de Okupantes de Madrid ha realizado ya varias acciones de este tipo, que siempre han terminado con el desalojo policial. Una representaci¨®n de este grupo mantuvo el pasado 22 de octubre una entrevista con Juan Barranco, alcalde de Madrid, en la que le expusieron su deseo de contar con locales para mantener este tipo de actividades. En aquella ocasi¨®n, seg¨²n los j¨®venes, el alcalde les prometi¨® la cesi¨®n de alg¨²n edificio y ayuda econ¨®mica. Promesas que todav¨ªa no han visto cumplidas.
Alguien comenta, mirando a la polic¨ªa: "Esta es la manera de dialogar. Adem¨¢s, que cada vez vienen antes". Y uno de los j¨®venes murmura: "Lo que sea, pero la pr¨®xima vez a ver si buscamos otro sitio, que aqu¨ª los maderos se sienten como en casa". Aqu¨ª era la calle de la Madera, donde se encuentra el edificio.
Tal vez por eso, al filo de la medianoche, un grupo de j¨®venes se encerraba en un edificio de la calle Argumosa, local que hab¨ªan ocupado anteriormente y del que ya hab¨ªan sido desalojados.
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