Los carrillistas pierden la mayor¨ªa en la Federaci¨®n del Metal de CC OO

El carrillista Juan Ignacio Mar¨ªn perdi¨® ayer la secretar¨ªa general de la Federaci¨®n del Metal de Comisiones Obreras en el cuarto congreso de la organizaci¨®n, celebrado en el cine Fraga de Vigo. Ignacio Fern¨¢ndez Tojo, un ferrolano de 34 a?os, miembro del Partido Comunista de Espa?a (PCE), toma el relevo tras obtener un respaldo de 606 votos frente a los 363 de Mar¨ªn y 37 de Ram¨®n G¨®rriz.

La nueva ejecutiva estar¨¢ formada por 20 camachistas, carrillistas, un miembro de la izquierda sindical y un representante de los radicales de Sagunto. Tras estos resultados, los hombres de Juli¨¢n Ariza han dejado de controlar a la federaci¨®n de industria m¨¢s poderosa de CC OO y la ¨²ltima en la que conservaban la mayor¨ªa. El congreso del metal ha sido para los camachistas "la batalla m¨¢s dura que se ha librado junto a la de Euskadi". Esperan que el confederal que se inicia el pr¨®ximo mi¨¦rcoles sea menos tenso.Ahora el nuevo dirigente debe formar el secretariado. Su prop¨®sito es esperar a ver el desarrollo del congreso confederal, pero no piensa dar entrada a ning¨²n carrillista. Formar¨¢ el equipo de direcci¨®n con representantes de las sensibilidades que le han apoyado: gerardistas, presovi¨¦ticos e independientes. M¨¢s adelante ver¨¢ la posibilidad de corresponsabilizar en las tareas de la federaci¨®n a dirigentes pr¨®ximos al Partido de los Trabajadores de Espa?a.

Juan Ignacio Mar¨ªn, si no forma parte del nuevo secretariado, como es previsible ocurra tiene intenci¨®n de volver a ocupar su puesto de ingeniero en la empresa Standard. A su juicio, este congreso ha demostrado que "no ha primado la valoraci¨®n del trabajo, sino criterios extrasindicales". Mar¨ªn cree que las propuestas hechas por los miembros de su corriente son las ¨²nicas que se pueden llevar a las f¨¢bricas.

Sin embargo, la ponencia presentada por los carrillistas ha sido derrotada y sustituida por una enmienda a la totalidad de la federaci¨®n de Madrid, que no se permiti¨® defender a Fern¨¢ndez Tojo, por pertenecer a la delegaci¨®n gallega.

Mar¨ªn asegura que en el per¨ªodo que se abre se va a producir un intento de derechizaci¨®n en el sindicato. "Quien ha. mirado con lupa este congreso", afirma, "son la CEOE, el Gobierno y el PSOE. Y este resultado les da la oportunidad de tener un respiro". Su prop¨®sito es seguir trabajando en el sindicato, defendiendo sus posiciones, porque cree estar legitimado para ello.

Temas urgentes

Las acusaciones de derechizaci¨®n son rebatidas por Fern¨¢ndez Tojo. ?l asegura que no se va a producir ning¨²n giro. Simplemente los miembros de su sensibilidad se van a poner a trabajar en temas tan urgentes como el fin de la vigencia de los fondos de promoci¨®n de empleo del naval, un sector donde ha funcionado defectuosamente la recolocaci¨®n de los trabajadores excedentes. Fern¨¢ndez Tojo, adem¨¢s, quiere ponerse en contacto con la Uni¨®n General de Trabajadores para ver, entre otros temas, la posibilidad de renegociar el convenio general del metal que firmaron el pasado a?o la patronal Confemetal y la central UGT.Este acuerdo, al no estar suscrito por Comisiones Obreras, no ha permitido derogar la ordenanza laboral que data del a?o 1970. La nueva direcci¨®n del metal opina que un convenio general para el sector es necesario, aunque no con el contenido del pacto suscrito con los empresarios y el sindicato socialista. Todas esas cuestiones apenas se han analizado en este congreso, dado que el centro de los debates ha sido el enfrentamiento entre carrillistas y camachistas para lograr mayores cuotas de control en la federaci¨®n, un enfrentamiento que ya se dio en el tercer congreso, celebrado en Santander hace tres a?os, aunque entonces el triunfo fue para los hombres de Juan Ignacio Mar¨ªn.

La historia ahora se repite y tampoco en el cuarto congreso el protagonista ha sido el debate sindical. Camacho, el d¨ªa de la inauguraci¨®n, dijo que "en CC OO no pintan nada Izquierda Unida ni ning¨²n partido", pero en el cine Fraga de Vigo se han vuelto a notar las consecuencias de la ruptura de la familia comunista.