Heidegger
Como cualquier otra manifestaci¨®n inherente al ser humano, la filosof¨ªa no escapa a cierta tendencia sacralizadora de sus mitos. Es curioso observar c¨®mo se sit¨²a el fil¨®sofo, subjetivamente, en un supuesto plano de superioridad respecto a la masa social, aposent¨¢ndose en la denominada aristocracia intelectual. Tambi¨¦n participan otros colectivos de este fen¨®meno: cl¨¦rigos, jueces, militares, m¨¦dicos... De lo que se desprende que parece ser un patrimonio de las clases poderosas.El caso Heidegger es un buen ejemplo. La comunidad filos¨®fica, en su rrianida mitoman¨ªa, pretende exiinirlo de su pasado nazi. La cuesti¨®n es por qu¨¦ un fil¨®sofo debe mantenerse en un estado ¨¦ticamente puro y as¨¦ptico de los juicios que a posterior¨ª la historia pueda hacer de ¨¦l. Los sujetos que hacen filosof¨ªa sufren, algunos muy a su pesar, los vicios y bajezas humanas como el resto de los mortales. Con el fil¨®sofo alem¨¢n, como con cualquier otro, lo importante es si su corpus te¨®rico es compacto y bien estructurado, si ofrece elementos novedosos al pensamiento o si aporta alguna luz a las habitaciones oscuras de nuestra mente. ?Qu¨¦ va a cambiar en la obra de Heidegger saber que era nazi? ?Qu¨¦ puede cambiar en los cuadros de Caravaggio saber que fue un asesino? ?O en los escritos de L. Althuser que mat¨® a su mujer? ?O que Rimbaud fue un traficante de negros? ?O D'Anunzio un fasclista? Sus obras miserables o geniales alcanzaron la plena autontim¨ªa desde el instante en que vieron la luz. El problema reside en el morbo de presuponer que todo gran intelectual es puro y transparente por el mero hecho de serlo.
Los fil¨®sofos impregnan a la filosof¨ªa de sus virtudes y tambi¨¦n de sus defectos: autosuficiencia, misticismo., machismo, ininteligibilidad en el lenguaje, dogmatismo, etc¨¦tera. No son ni mejores ni peores que el resto de loshumanos. No en vano Wittgenstein dijo: "Los l¨ªmites de mi lenguaje significan los l¨ªmites de mi mundo", y se podr¨ªa a?adir:
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"Y los de mi inconsciente". Conviene recordar a posibles sectarios y manipuladores que deben desacralizar a sus dioses e inhibir la soberbia intelectual.-
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