"Vivir con la idea del suicidio es estimulante"
Cioran obtiene en Francia un ¨¦xito de ventas con su ¨²ltimo libro, 'Ese maldito yo'
Originario de Ruman¨ªa (Rasinari, 191l), Cioran lleva medio siglo encarniz¨¢ndose contra la historia-Dios-el hombre. Iron¨ªa del destino, este adicto al fracaso se ha convertido en fen¨®meno de actualidad. Ese maldito yo -que recoge sus pensamientos m¨¢s recientes y que Tusquets acaba de publicar- ha sido un ¨¦xito de ventas en Francia. Ese estrellato intempestivo le ha sumido en la postraci¨®n Dice que se ha "cansado de re¨ªrse de Dios y del mundo". ?Habremos perdido "uno de los ¨²ltimos panegiristas de la agon¨ªa de Europa (dixit Susan Sontag)?
Estamos demasiado acostumbrados a los fil¨®sofos trascendentes que dirimen sus especulaciones con la apoyatura de una fundamentaci¨®n sist¨¦mica. Medran en los manuales escolares y en el tu¨¦tano del dogm¨¢tico de turno. Cioran est¨¢ fuera de todo eso. Se sabe fracasado en todo cuanto quiso ser: un fil¨®sofo m¨ªstico. Se qued¨® en aforista sin fe. Insiste en que no hay nada que justifique nuestra decisi¨®n de existir. De esa certeza irreductible ha extra¨ªdo una pasi¨®n bestial por la negaci¨®n. Ley¨® en su juventud a innumerables fil¨®sofos alemanes. Termin¨® con el "s¨®lo s¨¦ que no se nada". Marcado por Job, Schopenhauer y Nietzsche, adem¨¢s de Chestov, ha impuesto el temperamento por encima de la raz¨®n.A un periodista italiano que le instaba a rev¨¦lar cu¨¢les eran sus medios de subsistencia le contestar¨ªa: "Ejerzo de chulo". Se le ha acusado de ser reaccionario en t¨¦rminos pol¨ªticos, "resignado", dir¨ªa Vulcanescu. Otros le han imputado un ramalazo aristocratoide. El famoso fot¨®grafo R¨ªchard Avedon le encontrar¨ªa incluso rasgos de neur¨®pata.
Pregunta. Siendo un temperamental y un vitalista, ?c¨®mo ha podido pasarse la vida buscando razones para morir?
Respuesta. He aceptado de entrada el principio de la contradicci¨®n. Nunca he intentado ser consecuente conmigo mismo. No estribo para quitarme de encima lo que podr¨ªa llamar "mis obsesiones"; lo hago para atenuarlas. Son impresiones que he ido transformando en problema. Son reacciones personales a las que he incorporado un halo metaf¨ªsico. Para m¨ª lo importante ha sido siempre la sensaci¨®n. Una idea que no sea una sensaci¨®n es una idea sin vida. Por eso renunci¨¦ muy pronto a los fil¨®sofos y me acerqu¨¦ a los escritores. Concretarnente a Dostoievski.
P. En el origen de todo estuvo el desenga?o. ?Esa sensaci¨®n no contribuy¨® a amputar sus impulsos? ?No le impidi¨® construirse una identidad compacta en base a la interacci¨®n con los est¨ªmulos externos?
R. Con 20 a?os hab¨ªa perdido todas mis ilusiones, y mi destino estaba sellado. Despu¨¦s le¨ª ¨²nicamente para reafirmarme en mi visi¨®n de las cosas. Por mucho que hubiera le¨ªdo a pensadores con una concepci¨®n de la vida opuesta a la m¨ªa no me hubieran influido. Nunca estuve tan cerca de? suicidio como a esos 20 a?os. Si en ese momento alguien me hubiera dicho que sobrepasar¨ªa los 30 le hubiera dado una bofetada.
P. En el fondo lo que ha hecho ha sido dilatar su suicidio. ?Acaso no ha dicho que un libro era un suicidio en diferido?
R. Tiene raz¨®n. Cuando uno tiene la visi¨®n del suicidio, la conserva para siempre. Vivir con esa idea es una cosa muy interesante. Incluso dir¨ªa que estimulante. Mire, har¨¢ unos siete a?os me encontr¨¦ con un se?or que quer¨ªa suicidarse. Estuvimos dando vueltas y vueltas, horas y horas. Le estuve diciendo que mejor val¨ªa que atrasara su suicidio, que en el fondo ¨¦sa era una idea muy vital que hab¨ªa que aprovecharla.
Hast¨ªo
P. Ese sentimiento tr¨¢gico de la existencia se agudiz¨® en ese ¨²nico de su vida en que trabaj¨®. ?Cu¨¢les fueron sus fundamentos?
R. Una de las experiencias fundamentales de mi vida ha sido el hast¨ªo. Siendo ni?o comprob¨¦ esa sensaci¨®n de vac¨ªo. No tendr¨ªa m¨¢s de cinco a?os. Tuve que esperar a los 20 a?os para hundirme por completo. Fue un per¨ªodo muy dram¨¢tico.
Empez¨® con crisis de insomnio que se prolongaron durante a?os. Y eso fue curiosamente lo que me abri¨® los ojos. F¨ªjese, esta noche he so?ado con eso. Yo era estudiante en Ruman¨ªa. Eran las dos de la tarde, acababa de volver a casa, mi madre estaba sola. Recuerdo que me ech¨¦ en el sof¨¢, estaba hecho polvo, no pod¨ªa m¨¢s. Fue cuando mi madre me dijo: "Si lo hubiera sabido, habr¨ªa abortado". Esa frase me impresion¨® much¨ªsimo. A partir de ese momento segu¨ª una v¨ªa individual.
P. Fracasar¨ªa como profesor.
R. S¨ª. Fue un fracaso total. No estaba hecho para eso. Los alumnos no sab¨ªan a qu¨¦ atenerse conmigo. Dec¨ªan que estaba loco. Era l¨®gico, llegaba con unas ojeras de espanto, me re¨ªa de todo, daba una sensaci¨®n de arbitrario. Cuando me march¨¦ de ese instituto, el director se desahog¨® emborrach¨¢ndose.
Nunca he podido ejercer una profesi¨®n. Como fui consciente de ese fen¨®meno, muy pronto me las arregl¨¦ para construirme una vida sin base social. Hubiera deseado ser estudiante toda mi vida. Lo consegu¨ª hasta los 40 a?os. Un d¨ªa me convocaron y me dijeron que la edad l¨ªmite era 27. Pero eso no fue lo peor. He vivido unos 25 a?os en el hotel Cuando se acab¨® lo de pagar al mes, todo mi sistema se derrumb¨®. Fue terrible para m¨ª. Toda mi vida he huido de las responsabilidades. He sido un irresponsable en todo. Nunca he tenido visi¨®n de futuro.
Idea de Dios
P. ?La proyecci¨®n constructiva hac¨ªa el futuro es una tara del cristianismo? ?La estima otra supercher¨ªa al igual que la ficci¨®n de Dios?
R. Toda mi vida he estado d¨¢ndole vueltas a eso. Cuando todo deja de existir, cuando est¨¢s solo en plena noche, ?con qui¨¦n se puede hablar? Creo que la soledad absoluta exige la idea de un dios. Eso no tiene nada que ver con la fe. Para m¨ª, Dios es la ¨²nica forma de di¨¢logo posible en medio de la noche. Es un di¨¢logo con uno mismo que no aspira a resolver nada. Es el interlocutor inexistente. Es la experiencia l¨ªmite.P. Y Buda, ?cu¨¢l es su estatuto?R. El budismo no pide la capitulaci¨®n de? intelecto. Se apoya en el conocimiento y la intuici¨®n. En el budismo, si ha entendido que el dolor es el centro de todo, entonces lo ha entendido todo. Es la ¨²nica religi¨®n que aceptar¨ªa si tuviera que aceptar alguna. El cristianismo est¨¢ gastado. Todav¨ªa defiende una idea de porvenir. Curiosamente, por primera vez se siente que la gente ya no cree en el porvenir.
P. En Ese maldito yo no encuentro su fuerza habitual. Es como si el idioma se hubiera cansado; el tono, apagado.
R. Es usted la primera persona que me hace esa observaci¨®n. Un conocido m¨ªo tambi¨¦n lo hab¨ªa intuido, usted ha sabido formularlo. Es una observaci¨®n muy importante. Ese maldito yo es el libro de una capitulaci¨®n metaf¨ªsica. Hasta ahora estaba convencido de lo que escrib¨ªa. Incluso escrib¨ªa para convencerme m¨¢s a¨²n. Ya no necesito fundamentar todo eso. Tengo la sensaci¨®n de haberme convertido en mi propio disc¨ªpulo. Adem¨¢s he comenzado a sentir sensaciones fisiol¨®gicas de cansancio. Ser¨¢ la vejez, imagino. Cuando acab¨¦ ese libro, dije: Se acab¨®. No volver¨¦ a escribir. No merece la pena. Seguir... ?para qu¨¦? He escrito 15 libros. Es demasiado tarde. Es probable que el ¨¦xito de ese ensayo haya precipitado mi reacci¨®n. Lo he vivido como una humillaci¨®n.
P. En sus otros-aforismos estaba el yo atareado en desescombrar inquietudes intr¨ªnsecas: la historia, el tiempo, el hast¨ªo. El enfrentamiento entre el paganismo y el cristianismo, la m¨ªstica, el silencio. En este ¨²ltimo se aprecia una secularizaci¨®n de los temas. Ya no tenemos a T¨¢cito ni a la "carro?a que nos turba o nos alarma", pero s¨ª un dentista, la portera, etc¨¦tera.
R. En cuanto se mezcla lo cotidiano con la metaf¨ªsica tenemos la irrisi¨®n.
P. Otra herej¨ªa.
R. Otro sabotaje. Hay una disproporci¨®n entre el acontecimiento del que hablo y los grandes problemas. Cualquier cosa arroja luz sobre lo que es esencial.
P. ?Y las mujeres? Apenas les dedica unas l¨ªneas.
R. Es un tema muy delicado. He dicho que la mujer era m¨¢s inteligente que el hombre.
P. Eso es puro t¨®pico.
R. Lo es. He debido escribir poco sobre las mujeres a ra¨ªz de un prejuicio antifranc¨¦s. Aqu¨ª no se habla de otra cosa.
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