El examen de la comida de presidentes

Los presidentes de los ochos grandes bancos nacionales -Central, Banesto, Hispano, Bilbao, Vizcaya, Santander, Popular y Exterior- tienen la pr¨®xima semana uno de sus habituales almuerzos, que servir¨¢ de prueba para tratar de vislumbrar qu¨¦ posici¨®n adopta cada uno de ellos ante la operaci¨®n dise?ada por el Bilbao para hacerse con la mayor¨ªa del Banco Espa?ol de Cr¨¦dito y la aparici¨®n de nuevos accionistas en el Banco Central. La asistencia o no a dicha reuni¨®n, que se celebrar¨¢ en el Banco Central, despejar¨¢ las primeras inc¨®gnitas, y posiblemente las ¨²ltimas, porque lo normal es que de los problemas planteados entre algunos de los asistentes s¨®lo se trate a trav¨¦s de las miradas que se dirijan.As¨ª ha sido siempre, seg¨²n reconocen los asistentes a estas reuniones, en las que no suelen plantearse temas que enfrenten a las entidades all¨ª representadas. Suelen discutirse temas t¨¦cnicos y pol¨ªticos en los que pueda alcanzarse alg¨²n acuerdo o que no afecten de forma excesiva a los bancos. Mucho menos van a ponerse a discutir si el Banco de Bilbao "ha roto las formas" anunciando por sorpresa que estaba dispuesto a negociar un proceso de integraci¨®n con Banesto con el apoyo de esta entidad o sin ¨¦l.

Evitar dificultades

El ¨²ltimo ejemplo de que los temas que pueden suponer fricciones entre entidades no se trata en las comidas se produjo cuando el grupo del Hispano Americano vendi¨® al grupo March una participaci¨®n significativa en Popularinsa, que provoc¨® que al final el Banco Popular la comprara a precios m¨¢s elevados. Las protestas del Popular fueron directas al Hispano y nunca en las comidas.

La semana pr¨®xima pasar¨¢ lo mismo de nuevo, siempre y cuando asistan todos los que est¨¢n invitados. La ausencia de algunos de ellos, como ocurri¨® en la reuni¨®n del Consejo Superior Bancario en la que se dio luz verde a la hipot¨¦tica operaci¨®n, podr¨¢ ser interpretada como la demostraci¨®n de una oposici¨®n a c¨®mo se ha planteado la operaci¨®n, independientemente de que se considere positiva o no.

Lo que parece cierto es que estas reuniones, tras la declaraci¨®n de que no hay normas de comportamiento como algunos apuntan, van a sufrir cambios que podr¨ªan desembocar en su desaparici¨®n.