S¨ªndrome de soledad
Tengo 25 a?os y formo parte de estos dos millones de espa?oles que padecemos el llamado s¨ªndrome de soledad (incapacidad de comunicaci¨®n con los dem¨¢s).Mi soledad tiene dos mundos; uno, triste y amargo, cuando padezco esa incapacidad de comunicaci¨®n, y otro, maravilloso, cuando me sirve de aislamiento contra tantos males de esta sociedad. Lo que m¨¢s me duele interiormente es que esta soledad ha sido engendrada en m¨ª por connotaciones familiares y sociales, como en la mayor¨ªa de los que la padecen. Sin embargo, a pesar de habemos sido impuesta, nadie quiere ayudamos si no es a cambio de intereses econ¨®micos (especialistas).
A veces me sirve de aliento comprobar que existen m¨¢s personas solas que las que se dicen con este s¨ªndrome; me estoy refiriendo a esa soledad que no se demuestra, pero que se siente, que se puede ver en los ojos de quienes la padecen. Es esa soledad de admitir vejaciones, rid¨ªculos, malestares; solamente como recompensa a situaciones ficticias de estar felizmente acompa?ados.
Supongo que el sistema exige ese comportamiento y quiz¨¢ sea lo que me a¨ªsla m¨¢s en mi soledad; el no querer pasar por el aro de hacer algo que no resulta natural a los sentimientos. La amistad verdadera, la comprensi¨®n, el cari?o, no se encuentran a la orden del d¨ªa; la gente busca y se conforma con sensaciones m¨¢s superficiales que rompen ese maravilloso mundo de la verdadera comunicaci¨®n y amistad.
A pesar de todo, a¨²n tengo esperanzas; alg¨²n d¨ªa encontrar¨¦ m¨¢s personas como las que conozco, que me quieren por lo que soy y encuentran en m¨ª su mejor amigo; para m¨ª son pocos, pero s¨¦ que hay m¨¢s.
Quiero decir a aquellas personas que, como yo, se sienten solas, que, a pesar de ello, somos tan especiales que los dem¨¢s nos necesitan; aunque s¨®lo sea por eso merece la pena esperar y vivir, sobre todo vivir.
A esas otras personas normales, que se atrevan a entrar en nuestro mundo, en nuestra soledad; ya que a nosotros nos cuesta hacerlo, intentadlo vosotros.-
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