"Seguimos inmersos en una guerra comercial"
Declaraciones de Richard Lyng, ministro de Agricultura de EE UU
Richard Edmund Lyng es ministro de Agricultura en el Gabinete de Ronald Reagan. Como al presidente, a este hombre de pelo cano y voz ronca le queda un a?o de mandato. Si se pudiera pedir un deseo, a Lyng le gustar¨ªa que en ese ¨²ltimo a?o se iniciara "la reforma de la agricultura mundial". Cuando el Gobierno de Reagan abandone la Casa Blanca, Lyng tendr¨¢ 70 a?os. Seguir¨¢ siendo un apacible caballero de suaves modales. Pero su pl¨¢cida sonrisa no debe llevar a enga?o. Este ministro norteamericano nacido en 1918 en San Francisco (California) advierte que su pa¨ªs vuelve a estar dispuesto a imponer sanciones a los doce. No hay que olvidar, dice Lyng, que "seguimos librando una guerra comercial".
Richard Lyng ha aprovechado su ¨²ltimo viaje a Europa para visitar "al nuevo miembro de la Comunidad". Y casi parece sorprendido al descubrir que "f¨ªjese, yo nunca hab¨ªa estado en Espa?a". De paso hacia Roma, donde se ha celebrado la reuni¨®n de la Food and Agriculture Organisation (FAO) de la Organizaci¨®n de Naciones Unidas, el ministro de Agricultura de Estados Unidos hizo un alto en Madrid.Pregunta: La entrada de cereales norteamericanos ha provocado este a?o muchas protestas de los agricultores espa?oles. ?Piensa usted que el ingreso en la CE ha empeorado las relaciones entre Espa?a y su pa¨ªs?
Respuesta: Espero que no. Espa?a es un pa¨ªs muy amigo. La ampliaci¨®n de la CE nos caus¨® bastante preocupaci¨®n. Sobre todo porque tem¨ªamos perder gran parte de los negocios que manten¨ªamos con los espa?oles, pero llegamos a un acuerdo con la Comunidad. No es exactamente lo que ninguno de nosotros quer¨ªamos, los europeos o los norteamericanos, pero creo que fue un buen acuerdo. Confiamos en que este compromiso se cumpla.
P. ?Y cree que las relaciones entre los doce y Estados Unidos van a mejorar?
R. Siempre hemos tenido desacuerdos con la pol¨ªtica agr¨ªcola comunitaria. Desde el d¨ªa en que empez¨®. Son desacuerdos amistosos. La CE es un buen, muy buen, cliente de Estados Unidos. Y Estados Unidos es un buen cliente de la Comunidad Europea. Esta relaci¨®n debe continuar as¨ª, aunque hay temas que nos dividen.
P. La CE quiere prohibir la importaci¨®n de carne con hormonas, lo que perjudicar¨ªa a las ventas de Estados Unidos. ?Qu¨¦ piensa hacer su Gobierno?
R. Estamos observando muy atentamente lo que la Comisi¨®n Europea decide sobre este tema. Si llega a establecer una prohibici¨®n, tendremos que contestar con sanciones comerciales.
P. Siempre que hay un problema entre Estados Unidos y la CE, llega un momento en que alguna de las dos partes dice: si haces eso te sanciono. ?No hay alguna manera de acabar con este juego de amenazas?
R. No. As¨ª son las cosas. En este momento, por ejemplo, a Estados Unidos le preocupa mucho la intenci¨®n comunitaria de fijar un impuesto sobre las importaciones de grasas y aceites. La exportaci¨®n de esos productos es muy importante para nuestra balanza comercial. Y si nos imponen un impuesto sobre esas exportaciones, estaremos obligados a responder con sanciones. No es bueno andar por la vida amenazando a la gente, pero es mejor que no avisar y que las represalias les cojan por sorpresa.
Paz y felicidad
P. Al principio de a?o se habl¨¦ reiteradamente de 'guerra comercial'. ?Cree que las relaciones ahora son mejores?
R. Bueno, en realidad seguimos estando, de alguna manera, sumidos en una guerra comercial. No quiero sugerir que todo es paz y felicidad entre nosotros, pero no creo que la situaci¨®n vaya a empeorar. Espero que no. Aunque algunos temas, como el de la carne con hormonas o el de los aceites y grasas, podr¨ªan volver a llevarnos a un per¨ªodo de sanciones comerciales. Ya se sabe, las sanciones siempre provocan otras sanciones... Esperemos que eso no ocurra.
P. ?Cual es su opini¨®n sobre la pol¨ªtica agr¨ªcola comunitaria?
R. Me gustar¨ªa ver una reforma en la pol¨ªtica agr¨ªcola comunitaria, pero no s¨®lo en ella, sino en la nuestra y en la de muchos otros pa¨ªses. Por esa raz¨®n, la mayor¨ªa de las potencias agr¨ªcolas se han puesto de acuerdo en reunirse en la ronda uruguaya del GATT (Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio). No estamos de acuerdo en las soluciones, pero todos estamos convencidos de que es necesario llevar a cabo una reforma. Y eso es un paso adelante.
P. ?Qu¨¦ espera del GATT?
R. Soy optimista. M¨¢s que la mayor¨ªa. Creo que podemos avanzar hacia un tipo de agricultura que no est¨¦ inundada de subvenciones. Una agricultura que permita que las reglas de la libre competencia marquen la situaci¨®n del mercado. Creo que si eso sucediera la mayor¨ªa de los pa¨ªses europeos estar¨ªan mejor de lo que est¨¢n. Los agricultores, desde luego, estar¨ªan mejor.
P. ?Pero est¨¢ Estados Unidos dispuesta a recortar sus tambi¨¦n altas y numerosas subvenciones?
R. Nuestros granjeros esta r¨ªan dispuestos a aceptar la eliminaci¨®n de las subvenciones, siempre que no tuvieran que competir con otros pa¨ªses donde s¨ª se dan ayudas. Es casi imposible para un granjero competir con un Gobierno extranjero. Los granjeros pueden y deben competir con otros granjeros.
P. Los granjeros norteamericanos han pasado unos a?os muy malos, y el cintur¨®n verde de EE UU se llen¨® de granjas en venta. ?Ha mejorado la situaci¨®n?
R. Las cosas van bastante bien. No quiero sugerir que todos nuestros granjeros se est¨¢n haciendo ricos. Muchos de ellos a¨²n est¨¢n pasando dificultades Por lo que respecta a las ventas, el precio de la tierra se ha estabilizado y vuelven a aparecer compradores de tierra. Adem¨¢s, este a?o tendremos unos ingresos agr¨ªcolas netos m¨¢s altos que nunca. Las cosechas han sido buenas en todo el pa¨ªs. Los granjeros se sienten felices cuando tienen buenas cosechas, y m¨¢s felices si tienen buenos precios.
La ansiada reforma de la agricultura mundial
R. C. El secretario norteamericano de Agricultura, satisfecho de la buena cosecha de su pa¨ªs, no pierde la oportunidad, a lo largo de la entrevista, para defender las posiciones de su pa¨ªs en las rondas negociadoras del Acuerdo General de Tarifas y Aranceles (GATT) que se celebran despu¨¦s de la reuni¨®n de Punta del Este (Uruguay). Richard Lyng advierte que la agricultura mundial necesita una reforma a fondo, tal como defiende su Gobierno, y este ser¨ªa su principal sue?o a final de su mandato.
Pregunta. Un buena cosecha, como la que se espera, significa precios m¨¢s bajos. Esto plantear¨ªa problemas a los granjeros que han realizado, grandes esfuerzos para sacarla adelante...
Respuesta. Es verdad. Pero gracias a nuestro programa agr¨ªcola, los agricultores est¨¢n consiguiendo unos precios bastante aceptables. No son buenos precios, pero son mejores que malos.
P. A la Administraci¨®n Reagan y a su gabinete le queda un a?o de mandato antes de las pr¨®ximas elecciones. ?Qu¨¦ le gustar¨ªa conseguir o ver realizado en ese a?o?
R. Nos gustar¨ªa mucho hacer alg¨²n progreso en las negociaciones de la ronda uruguaya del GATT. Pensamos que es muy importante que se pongan en marcha reformas en la agricultura mundial. Ahora vamos a concentrarnos en ello. A ver si podemos dar un empuje a esas negociaciones y conseguimos, con algo de suerte, que est¨¦n finalizadas a finales de 1988.
P. Uno de los grandes problemas de la agricultura mundial es la gigantesca producci¨®n de excedentes, tal como ocurre con los l¨¢cteos en los pa¨ªses de la Comunidad Europea. Su pa¨ªs tambi¨¦n los crea. ?Est¨¢n ustedes dispuestos a reducirlos?
R. Tenemos que reducir las producciones. Y nosotros lo estamos haciendo. El a?o pasado 70 millones de acres de tierra norteamericana dejaron de producir. Estamos haciendo mucho para controlar nuestra producci¨®n, m¨¢s que nadie en el mundo.
P. ?M¨¢s de los esfuerzos que est¨¢ realizando la Comunidad Europea?_
R. S¨ª, desde luego.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.