Los europarlamentarios vieron a los comunistas turcos, pero no pudieron hablar con ellos

El presidente y el vicepresidente de la comisi¨®n del Parlamento Europeo que viaj¨® a Turqu¨ªa para supervisar el desarrollo de las elecciones del pasado domingo pudieron ver ayer a los dos dirigentes comunistas detenidos el pasado 16 cuando regresaban a su pa¨ªs desde el exilio para forzar la legalizaci¨®n de su partido. Sin embargo, ni el belga Luc Beyer ni el alem¨¢n occidental Ludwig Fellermeyer pudieron entrevistarse con Haydar Kutlu y Nihat Sargin, sino tan s¨®lo verlos en su celda a trav¨¦s de una puerta de cristal.

El d¨ªa anterior, cuando la cuesti¨®n se plante¨® en una conferencia de prensa del reelegido primer ministro, Turgut Ozal, ¨¦ste se limit¨® a decir: "Espero que les den un beso en la mejilla". En opini¨®n de Ozal, el peso en votos de los comunistas en Turqu¨ªa no supera el 3%, y la principal raz¨®n para que sigan en las catacumbas es que el pueblo no les quiere.Beyer y Fellermeyer fueron muy reservados cuando salieron de la Direcci¨®n General de Seguridad, en Ankara, donde los dos l¨ªderes comunistas llevan ya 15 d¨ªas sometidos a interrogatorio. Se limitaron a decir que la habitaci¨®n que les dieron ten¨ªan dos camas y apariencia modesta y que ambos presentaban buen aspecto.

Aunque los casos de torturas no sean excepcionales en Turqu¨ªa, la atenci¨®n internacional sobre este caso excluye pr¨¢cticamente toda posibilidad de malos tratos.

Las noticias que indicaban que Kutlu hab¨ªa sufrido un ataque al coraz¨®n mientras se encontraba detenido no se ha confirmado. Se sabe que padec¨ªa con anterioridad una dolencia cardiaca.

Seg¨²n las leyes turcas, los detenidos no tienen derecho a recibir visitas en el per¨ªodo de interrogator¨ªos. De ah¨ª el subterfugio que se ha buscado para que los diputados del Parlamento Europeo no se fueran con las manos vac¨ªas.

A las 20.30 horas de ayer (19.30 hora peninsular espa?ola), se cumplieron los 15 d¨ªas que fija la ley como per¨ªodo m¨¢ximo de interrogatorio para los sospechosos de delitos cometidos por grupos. Sin embargo, Kutlu y Sargin no pasaron a disposici¨®n judicial.

El fiscal jefe del Tribunal de Seguridad ha autorizado una semana adicional con el argumento de que ahora son sospechosos (adem¨¢s de pertenecer a una organizaci¨®n ilegal) de insultos al presidente de la Rep¨²blica, al Parlamento, a las Fuerzas Armadas y a los ¨®rganos oficiales. Los defensores han protestado contra la decisi¨®n, pero su voz ha ca¨ªdo en el vac¨ªo.