El rat¨®n y los leones

Hubo ayer leones en el sal¨®n de plenos de la Asamblea de Madrid. Y un rat¨®n. El fuego lo rompi¨® Luis Alejandro Cendrero, que se empe?¨® en contestar a Ruiz Gallard¨®n con una f¨¢bula.Seg¨²n las palabras de Cendrero, ¨¦rase una vez que se era un ratoncito que viv¨ªa al lado de unos leones y buscaba sin ¨¦xito la amistad de las fieras. Un d¨ªa, el rat¨®n se acerc¨® a un le¨®n y le dijo: "?Sabes por qu¨¦ flotan las nubes?" El le¨®n -contaba Cendrero- abri¨® un ojo, mir¨® al cielo y no contest¨®. El rat¨®n volvi¨® a decir: "Porque hay viento".

Nuevamente el rat¨®n dijo: "?Ves este bamb¨²?". El le¨®n abri¨® los dos ojos y continu¨® en silencio. El rat¨®n prosigui¨®: "Pues ser¨¢ un gran baobab". Ya harto, el le¨®n dijo: "?C¨®mo sabes tanto?" Y el rat¨®n replic¨®: "Me lo invento". "Eso es lo que les pasa a ustedes", concluy¨® el consejero.

Ruiz Gallard¨®n, en su r¨¦plica cont¨® a Cendrero que ¨¦l hab¨ªa hecho un viaje a ?frica y que se hab¨ªa extra?ado de que el le¨®n fuera considerado el rey de la selva cuando hab¨ªa otros animales que corr¨ªan m¨¢s, eran m¨¢s grandes o m¨¢s hermosos. El negro que acompa?aba al diputado se lo explic¨®: "Es que el le¨®n se lo cree". "Pues eso les pasa a ustedes, que se creen los reyes", concluy¨® Gallard¨®n. Afortunadamente, ya no hubo lugar para m¨¢s cuentos. La presidenta anunci¨® que se pasaba a votar.