El fiscal pide 6 a?os de c¨¢rcel para un subastero acusado de malversaci¨®n
El fiscal de la Audiencia Provincial de Barcelona solicit¨® ayer que se impusieran seis a?os de prisi¨®n al subastero Jos¨¦ Mar¨ªa Humbert Rovira, juzgado ante la Secci¨®n Quinta de la Audiencia por un supuesto delito de malversaci¨®n de bienes p¨²blicos presuntamente cometido en 1978, al vender una maquinaria cuya custodia le hab¨ªa sido encomendada por un juzgado de instrucci¨®n de El Prat del Llobregat (Barcelona).Humbert Rovira, ex gerente de la empresa Conductoras de Barcelona, SA, fue hasta 1983 uno de los industriales catalanes que monopilizaban los negocios derivados de los lanzamientos y embargos judiciales. Pose¨ªa asimismo diversos almacenes en los que se guardaban objetos intervenidos por orden judicial. En junio de 1983 fue detenido por la Guardia Civil acusado de haber cometido importantes irregularidades, entre las que se encontraba la de haber repartido m¨¢s de 200 millones de pesetas en sobornos entre los funcionarios de los juzgados para obtener los encargos. Se le supon¨ªa tambi¨¦n autor de diversos incendios en locales de su propiedad con la intenci¨®n de cobrar el seguro.
Humbert Rovira se encuentra actualmente detenido en la c¨¢rcel Modelo de Barcelona a la espera de juicio por estos delitos.
La maquinaria que custodiaba Humbert Rovira pertenec¨ªa a la empresa de artes gr¨¢ficas Vi?als. La acusaci¨®n asegur¨® que Humbert la vendi¨® sin permiso del juzgado y a pesar de que se encontraba embargada como pago de un ejecutivo que se tramitaba en Barcelona.
El acusado neg¨® esta versi¨®n y afirm¨® que ten¨ªa la mercanc¨ªa en su poder como resultado de un procedimiento de lanzamiento de desahucio por impago de unos alquileres del local donde se encontraba instalada la industria y que desconoc¨ªa que adem¨¢s estuviera embargada por otro procedimiento judicial. Humbert reconoci¨® que hab¨ªa vendido algunas piezas, pero que la transacci¨®n la hab¨ªa llevado a t¨¦rmino en nombre un grupo de trabajadores de la empresa de artes gr¨¢ficas a los que se les adeudaban los salarios. Afirm¨® que las piezas restantes deb¨ªan permanecer a¨²n depositadas en el almac¨¦n.
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