Presi¨®n popular para que la oposici¨®n surcoreana opte por un solo candidato

Centenares de estudiantes universitarios y representantes de una decena de organizaciones disidentes realizan desde hace 48 horas, en Se¨²l y otras ciudades de Corea del Sur, manifestaciones y sentadas para forzar a los dos partidos de la oposici¨®n a que en el ¨²ltimo minuto presenten un solo candidato a la presidencia de la Rep¨²blica. Esto facilitar¨ªa la victoria sin paliativos sobre el aspirante oficial, el ex general Roh Tae Woo en las elecciones del pr¨®ximo mi¨¦rcoles.

Las ambiciones personales, la fuerte rivalidad y el escaso tiempo que falta para la cita electoral hacen, sin embargo, bastante dif¨ªcil la uni¨®n de Kim Young Sam y Kim Dae Jung. Ninguno de los dos quiere ceder el puesto al otro, pero muchos de los casi 26 millones con derecho a voto en las primeras elecciones presidenciales por sufragio universal que se celebran desde hace 16 a?os, en un pa¨ªs que desde su nacimiento s¨®lo ha conocido reg¨ªmenes militares, todav¨ªa creen posible la uni¨®n. "La candidatura ¨²nica est¨¢ en la UVI, pero a¨²n no est¨¢ muerta", declar¨® una fuente diplom¨¢tica occidental.La capital surcoreana es un hervidero de rumores desde el pasado lunes, cuando fuentes bien informadas afirmaron que es veros¨ªmil la hip¨®tesis de que una parte del Ej¨¦rcito surcoreano, de tradici¨®n golpista, decida interferir en el proceso electoral si Roh Tae Woo, el candidato del Gobierno y l¨ªder del Partido para la Justicia Democr¨¢tica (PJD), no vence. La oposici¨®n pone en duda que este ex general, que fue quien el pasado junio dio luz verde a la reforma democr¨¢tica exigida por la protesta callejera, pueda vencer limpiamente en las urnas.

El PJD ha sido acusado de comprar votos con favores, atemorizar a quienes no den en la urna su apoyo a Roli, prometer ascensos y utilizar todos los medios de comunicaci¨®n a su alcance en una campa?a que conforme llega al final ha adquirido un tono de gran hostilidad y provocaciones, que har¨¢ m¨¢s dif¨ªcil a¨²n la voluntad de reconciliaci¨®n nacional y estabilidad pol¨ªtica que predican los candidatos.

Los temores a un posible movimiento del sector m¨¢s intransigente de la milicia -juzgado por los observadores como una locura con nulo respaldo nacional e internacional- han llevado a Estados Unidos a enviar un mensaje claro por v¨ªa diplom¨¢tica al presidente de la Rep¨²blica, Chun Doo Hwan, de que cualquier tipo de acci¨®n de fuerza que subvierta el proceso democr¨¢tico en este pa¨ªs, que el pr¨®ximo septiembre albergar¨¢ los Juegos Ol¨ªmpicos de Verano, provocar¨¢ un cambio inmediato en las relaciones bilaterales.

La Administraci¨®n de Ronald Reagan respald¨® hasta hace escasamente dos meses la candidatura de Roh, que viaj¨® a Washington a principios de septiembre para entrevistarse con Reagan y miembros del Congreso. Sin embargo, m¨¢s tarde, el Gobierno de Washington comenz¨® a subrayar que el neutral en estos comicios, que pueden suponer el final de un r¨¦gimen militar, y a reafirmar su respaldo incondicional al proceso de democratizaci¨®n. "Si pierdes una elecci¨®n, no te queda m¨¢s remedio que aceptar los resultados", declar¨® esta semana un funcionario norteamericano al comentar la posibilidad de que Roh no gane los comicios. Un alto funcionario del Departamento de Estado, William Olark, seguir¨¢ de cerca el desarrollo del escrutinio y se entrevistar¨¢ con el Gobierno y la oposici¨®n.