La barrera de los Pirineos
La apertura del t¨²nel del Puymorens condiciona la Europa sin fronteras que se pretende para 1992
La incorporaci¨®n de Espa?a a la Comunidad Europea (CE) no ha roto todas las barreras que la separan de los otros pa¨ªses europeos. Los Pirineos, a diferencia de otros macizos monta?osos, siguen siendo una aut¨¦ntica barrera natural, un callej¨®n sin salida para las regiones del sur de Francia y del norte y noreste de Espa?a, con dos ¨²nicos y estrechos pasillos litorales por el Pa¨ªs Vasco y Catalu?a. Los Gobiernos franc¨¦s y espa?ol, as¨ª como la propia CE, han seleccionado cuatro itinerarios para desarrollarlos y mejorarlos, con el objetivo de acabar con la incomunicaci¨®n transpirenaica: los dos laterales -que pueden optimizarse a¨²n m¨¢s- y dos centrales, los ejes Pau-Zaragoza y Toulouse-Barcelona.
A ambos lados de la frontera han empezado a prepararse los proyectos destinados a convertir estas carreteras en unos accesos r¨¢pidos y adecuados a la Europa sin fronteras que se pretende para 1992. El ideal de las regiones fronterizas de uno y otro lado, que esgrimen el ejemplo de los Alpes, es la transformaci¨®n de la barrera monta?osa en una regi¨®n articulada y bien comunicada, en la que las nuevas rutas r¨¢pidas se conviertan en v¨¦rtebras del desarrollo econ¨®mico, principalmente en el terreno del turismo de invierno.Pero los Pirineos tienen un cerrojo especialmente dif¨ªcil: el puerto de Puymorens, el paso de monta?a que hasta ahora incomunica el departamento del Ari¨¨ge con la Cerdanya espa?ola, que separa Barcelona y Toulouse, y que act¨²a como tap¨®n en el eje de mayor inter¨¦s industrial y tur¨ªstico del Pirineo central. Este cerrojo sigue inm¨®vil a cuatro a?os justos de 1992, cuando todos los programas prev¨¦n la apertura del t¨²nel.
Seg¨²n el diputado socialista del Ari¨¨ge y presidente de la Asociaci¨®n para el T¨²nel del Puymorens, Augustin Bonrepaux, "si no se construye antes de 1992 ya no se har¨¢ nunca". El Ari¨¦ge, que centra sus esperanzas en este proyecto, es actualmente una comarca despoblada y deprimida, arrinconada bajo las cumbres que la separan de Andorra y de la Cerdanya. Su, laderas pirenaicas unidas a las de estas dos otras zonas podr¨ªan formar el ¨¢rea esquiable de mayor extensi¨®n y calidad de todos los Pirineos.
Los defensores del Puymorens aseguran, con el mapa en la mano, que esta zona ser¨ªa un para¨ªso de nieve y turismo si estuviera dentro de unas ¨²nicas fronteras y no dividida entre tres estados. En Par¨ªs, el poder central adulado y temido por los franceses del Sur, las opiniones sobre la viabilidad del t¨²nel son tan variadas como los grandes intereses y preferencias pol¨ªticas y econ¨®micas. S¨®lo en los organismos dedicados al desarrollo regional y ordenaci¨®n del territorio se contempla este proyecto como una llave para abrir un nuevo eje de desarrollo industrial y tur¨ªstico. "Se trata de una decisi¨®n de car¨¢cter pol¨ªtico y de integraci¨®n europea", asegura una alto responsable de la delegaci¨®n francesa de Ordenaci¨®n del Territorio y la Acci¨®n Rural (Datar).
En el ministerio galo de Econom¨ªa, de donde debe salir el esfuerzo espec¨ªficamente franc¨¦s, no hay ning¨²n inter¨¦s en soltar ni un duro en direcci¨®n hacia el Sur que no tenga un destino bien calculado y un futuro pr¨®spero. Respecto a las carreteras, se apuesta con fuerza. por el mejoramiento de las cuatro entradas a Espa?a a trav¨¦s del Pirineo, y naturalmente de la carretera que lleva al Puymorens desde Toulouse. "Con t¨²nel o sin t¨²nel el Estado tiene prevista esta inversi¨®n y est¨¢ ya trabajando en ella", asegura un t¨¦cnico.
10.000 millones
El proyecto de horadar el Puymorens ha sido evaluado en 500 millones de francos (10.000 millones de pesetas). Una mitad debe financiarse con el futuro peaje, y de la otra, 150 millones deber¨ªan ir a cargo de la CE a trav¨¦s de los programas de Integraci¨®n Mediterr¨¢nea (PIM) mientras el resto correr¨ªa a cargo de las instituciones locales vecinas. Bonrepaux teme las consecuencias de cualquier aplazamiento, porque despu¨¦s de 1992 se habr¨¢n terminado los PIM y la CE dar¨¢ por cerrado el trabajo de integraci¨®n. En julio se firm¨® el PIM dedicado a la regi¨®n Midi-Pyren¨¦es, en el que "la Comunidad se compromete con la Regi¨®n para conseguir (...) dos objetivos precisos en el horizonte de 1992: la perforaci¨®n del t¨²nel de Puymorens y la instalaci¨®n de una comunicaci¨®n electr¨®nica". Pero falta todav¨ªa la decisi¨®n previa, solemne y definitiva, del Estado franc¨¦s.El tr¨¢fico previsto para el futuro t¨²nel es de unos 2.000 veh¨ªculos diarios en 1995, cifra que deber¨ªa crecer luego lentamente hasta los 2.500 en el a?o 2.010.
Se trata de unas cifras muy realistas, seg¨²n los franceses, que consideran exagerados los c¨¢lculos realizados en Catalu?a antes de la construcci¨®n del t¨²nel del Cad¨ª, el hermano gemelo del Puymorens y el princial est¨ªmulo a la perforaci¨®n francesa, aunque olvidan que la principal rentabilidad de ¨¦ste se espera precisamente para cuando este realizado tambi¨¦n el galo. El t¨²nel del Cad¨ª tiene ahora un tr¨¢fico de 2.500 veh¨ªculos diarios, una cuarta parte de lo previsto para su plenitud futura.
El futuro del Puymorens se va a jugar, seg¨²n Bonrepaux, en las pr¨®ximas semanas. El anterior Gobierno franc¨¦s dio el impulso inicial al proyecto, pero desde la llegada de Chirac, afirma, todo se ha retrasado.
Hace dos a?os, el Estado aprob¨® los cr¨¦ditos para la realizaci¨®n del estudio de viabilidad. "Pero nada se sabe desde entonces", asegura Bonrepaux, que ha preparado una interpelaci¨®n parlamentaria sobre el tema. Su temor, compartido en los departamentos y regiones pirenaicos, es que pasen las semanas y se llegue a las elecciones presidenciales francesas de mayo de 1988 sin ninguna decisi¨®n firme. "Dentro de un a?o podemos estar todav¨ªa donde estamos ahora", asegura. Si es as¨ª, no habr¨¢ ninguna posibilidad de terminar el t¨²nel en la fecha simb¨®lica y decisiva de 1992.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Pirineos
- Financiaci¨®n auton¨®mica
- Monta?as
- Catalu?a
- Cordilleras
- Carreteras
- Obras p¨²blicas
- Francia
- Pol¨ªtica econ¨®mica
- Espacios naturales
- Transporte carretera
- Europa occidental
- Comunidades aut¨®nomas
- Pol¨ªtica exterior
- Finanzas p¨²blicas
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Uni¨®n Europea
- Urbanismo
- Transporte
- Europa
- Organizaciones internacionales
- Relaciones exteriores
- Econom¨ªa
- Administraci¨®n p¨²blica
- Espa?a