Cuarta derrota consecutiva del Barcelona en la Copa de Europa

La cuarta derrota consecutiva del Barcelona en la Copa de Europa ha encendido la luz de alarma en el vestuario barcelonista. Su carrera hacia la fase final empieza a ser una prueba hacia el imposible. Como si del lanzamiento de una nave espacial se tratara, las oportunidades del Barcelona se van descontando. 14, 13, 12, 11 y ahora 10 para lograr ocho triunfos. De momento, m¨¢s que un camino al estrellato parece la cuenta atr¨¢s del estallido de un petardo de feria.Es dif¨ªcil encontrar el fallo de una maquinaria tan lujosa como el equipo que A¨ªto tiene en sus manos. Lo evidente es que no tienen carisma en la pista, no tienen un l¨ªder y no obtienen victorias, que es la forma de paliar todo lo dem¨¢s. Este a?o, la Copa de Europa no es para se?oritos. El Bar?a deber¨¢ meditar ante tal desaf¨ªo.

El Partiz¨¢n impuso desde el inicio su ritmo lento y las tres faltas de Soloz¨¢bal en la primera parte cortaron la reacci¨®n del base barcelonista. Soler no fue revulsivo y Costa sigui¨® inactivo, aunque ten¨ªa el alta m¨¦dica. Los lanzamientos exteriores se mostraron desde el inicio como una soluci¨®n al dominio que en el rebote ten¨ªan las perchas yugoslavas.

Norris tard¨® ocho minutos en sumar una canasta y Epi lleg¨® al descanso con cuatro puntos, todos de tiros libres. En cambio, Paspalj lo met¨ªa todo y en posiciones inveros¨ªmiles. Los diferentes hombres que A¨ªto colocaba sobre el todo-terreno yugoslavo no lo pod¨ªan frenar. Los lentos ataques dirigidos por Djordievic culminaban en unos r¨¢pidos movimientos dentro de la zona en donde Divac era un artista. Su labor era facilitada por Norris.

Un triple de Sibilio adelant¨® fugazmente al Barcelona (31-30). El Partiz¨¢n se cargaba de faltas, pero no ced¨ªa en su dura defensa. El rebote segu¨ªa siendo visitante y al descanso se lleg¨® 43-46.

McDowell volvi¨® a ser el de hace unas semanas en los primeros minutos de la segunda parte. Anotaba, reboteaba, pon¨ªa tapones y llevaba a su equipo al mando en el marcador, 49-46.

La eliminaci¨®n de Paspalj y la m¨¢xima ventaja del Barcelona (72-66) a nueve minutos del final hac¨ªan pensar en la victoria barcelonista. Cuando se le acab¨® el gas a McDoweil se le fue a todo el equipo. No estaba Paspalj, y el seguro Djordjevic no met¨ªa una, todo era favorable al Barcelona. Unos dobles de Sibilio, un tap¨®n de Divac a Epi, un triple fallado por Sibilio y en un visto y no visto la realidad de otra derrota. Hace un mes hubiera sido impensable tal balance.