Suicidio repetitivo
Alan Vega visit¨® por segunda vez Madrid, acompa?ado esta vez de su compa?ero extravagante, el teclista Martin Rev, para presentar esa m¨²sica urbana repetitiva con la que ambos se descubrieron al mundo a finales de los setenta, estremecidos quiz¨¢ por la ruptura sonora del punk, su locura, su actitud. Suicide fue el mejor nombre que pudieron elegir para su asociaci¨®n art¨ªstica, propia de seres surgidos del desorden cosmopolita de cualquier rinc¨®n perif¨¦rico de Nueva York.Pocos espectadores se acercaron a soportar o deleitarse con este tecno industrial algo trasnochado de una pareja que cautiv¨® en su d¨ªa y que ha perdido poco a poco ideas renovadoras o al menos despiertas. Han grabado discos en solitario. Vega public¨® dos con la colaboraci¨®n del l¨ªder de The Cars, Ric Ocasek, cuyo estilo vocal y compositivo le influye claramente, sobre todo en las melod¨ªas directas, que alguna hubo en esta actuaci¨®n. Suicide, Rev y Vega trata de mantener en vida una inspiraci¨®n inicial basada en la exaltaci¨®n art¨ªstica del ruido, en la repetici¨®n continuada de unos acordes determinados, fijos, sobre los que la voz maniaca de Vega se entretiene mediante alaridos, suspiros, muy apropiados para la pesadilla musical de conjunto. Y Rev lo rellena cual t¨ªtere orquestal con bases y efectos r¨ªtmicos y cuanto se le ocurre para aturdir las trompas de Eustaquio presentes.
Suicide
(71 minutos). Alan Vega, voz, y Martin Rev, sintetizador y percusi¨®n programada. Sala Astoria. Madrid, 17 de diciembre.
Estruendo doloroso
De tecno industrial, poco o nada. De compenetraci¨®n entre almas urbanas por notas, nada, y de desahogo humano con el ruido como expresi¨®n, algo. Martin Rev lo consegu¨ªa a base de alucinaciones traducidas en notas estridentes sacadas de claves diferentes de su sintetizador. Notas de estruendo doloroso id¨®neo para masoquistas. Al final Vega se apunt¨® a prolongar la pesadilla -eso s¨ª, aclamada por los asistentes que hab¨ªan pagado 1.500 pesetas- con aullidos siniestros emitidos a su micr¨®fono y acoples provocados con ese mismo micro apoyado en uno de los monitores. El ropaje negro de Vega coincid¨ªa apropiadamente con el cortin¨®n de fondo del escenario y el color de luto de un modo de comunicar asesinado por sus propios creadores.
Babelia
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