Mario Soares obtiene concesiones comerciales por parte espa?ola

El presidente de la Rep¨²blica Portuguesa, Mario Soares, concluye hoy en Sevilla -adonde lleg¨® ayer- una estancia oficial de seis d¨ªas en Espa?a. El propio Soares calific¨® esta visita, en la que estuvo acompa?ado por un s¨¦quito de 74 personas, como "de imagen". Medios diplom¨¢ticos subrayaron que, al margen de sus declarados prop¨®sitos de contribuir a que los espa?oles conozcan mejor Portugal, Soares ha logrado concesiones concretas por parte espa?ola, especialmente en lo que se refiere al trato dado por nuestro pa¨ªs a los textiles portugueses.

A lo largo de toda su visita, en la que ha mantenido diversos contactos, adem¨¢s de haberse desplazado a Barcelona y Sevilla, Soares insisti¨® en la necesidad de "crear un espacio de solidaridad" en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. Preocupado por el d¨¦ficit de la balanza comercial, el jefe del Estado portugu¨¦s recalc¨® que la pertenencia de los dos pa¨ªses ib¨¦ricos a la CE "tiene que introducir cambios" en las relaciones bilaterales.Algunas nubes surgidas con motivo de esta visita, como los roces entre los respectivos encargados de la comunicaci¨®n oficial, asunto en el que la parte espa?ola mostr¨® una notable desidia, a juicio de buena parte de los enviados especiales de medios informativos portugueses, no empa?an lo que los propios responsables diplom¨¢ticos espa?oles calificaron como el "¨¦xito de imagen" logrado por Soares.

Tampoco las protestas aisladas contra la presencia del mariscal Antonio de Sp¨ªnola en el s¨¦quito de Soares lograron alterar la permanente sonrisa del presidente portugu¨¦s, empe?ado en su tarea de relaciones p¨²blicas.

Fue la misma sonrisa con la que, en Barcelona, el jueves, prefiri¨® ignorar la alusi¨®n de Jordi Pujol, quien dijo, en el brindis de la cena de gala, que Catalu?a, por su historia, "entiende mejor que el resto de los espa?oles los recelos portugueses". Soares era, sin duda, consciente de las diversas interpretaciones y an¨¢lisis que tal frase iba a suscitar en ¨¢mbitos del Gobierno central; efectivamente, medios gubernamentales madrile?os, que hab¨ªan minimizado las especulaciones sobre presuntas "incoveniencias de protocolo" que pudiese significar el viaje de Soares a Barcelona, no escondieron ayer cierta irritaci¨®n ante el discurso de Pujol.

[Soares finaliz¨® ayer su estancia en la capital catalana con una visita a las obras de las instalaciones ol¨ªmpicas de Montju?c y las oficinas del comit¨¦ organizador de los Juegos (COOB 92), donde se le mostr¨® la maqueta que reproduce todas las instalaciones en las que se celebrar¨¢n los juegos de Barcelona, informa Enric Juliana. El presidente luso calific¨® de "excelentes" las instalaciones en construcci¨®n. La jornada estuvo marcada por su cariz deportivo, pues previamente, Soares y el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, dieron un peque?o paseo en bicicleta por los alrededores del Palacete Alb¨¦niz.]

Al margen de las cuestiones de imagen, Mario Soares y su ministro de Negocios Extranjeros, Joao de Deus Pinheiro, regresan a Portugal con algunos logros importantes, a a?adir a lo ya conseguido por el primer ministro, An¨ªbal Cavaco, cuando, hace un mes, visit¨® oficialmente Madrid: los textiles y algunos productos agr¨ªcolas portugueses obtendr¨¢n un trato preferencial en Espa?a, que, adem¨¢s, se compromete a celebrar una nueva reuni¨®n, a nivel ministerial y de expertos, a fines de enero, para estudiar el trato a dar al resto de los productos comerciales.