El CAI Zaragoza hizo sufrir al Real Madrid

LUIS GOMEZ ENVIADO ESPECIAL

No fue f¨¢cil para el Madrid sujetar a Picul¨ªn Ort¨ªz y menos lo fue doblegar a un CAI f¨¦rreo. Ambos conjuntos ofrecieron un partido duro, tenso, aguerrido, el m¨¢s digno espect¨¢culo de los cuartos de final. Dieron un ejemplo de voluntad de victoria, de decisi¨®n. El Madrid, porque no sabe lo que es perder; el CAI, por ganar a toda costa.La salida del Madrid (15-4) hizo pensar que su 36? victoria llegar¨ªa por el mismo camino que las otras 35: f¨¢cil, mon¨®tona, aburrida, como si cada protagonista aceptara un papel impuesto en el gui¨®n. Cuando Ortiz dio sus primeros zarpazos y su t¨¦cnico, Zeravica, concedi¨® oportunidad a los valores aut¨®ctonos, los aragoneses Capablo, Zapata y los hermanos Arcega, el partido cambi¨® de signo y se convirti¨® en una deseable contienda. El Madrid empezaba a encontrarse en apuros y Sainz se ve¨ªa en la obligaci¨®n de optar por los hermanos Mart¨ªn en bloque. Tanto Branson como Romay comet¨ªan su cuarta falta en la primera parte.

Todo estaba para que lo resolviera la pareja Mart¨ªn (42-41, en el descanso). Pero su lucha contra Picul¨ªn y los aut¨®ctonos no fue demoledora. Tampoco fue decisivo que los de Sainz apretaran en la defensa porque Arcega II, Zapata y Capablo le hab¨ªan tomado el ritmo al encuentro: en dos frentes, lucha en la defensa y claridad de ideas en el ataque, salvo cuando era dif¨ªcil controlar la posesi¨®n del bal¨®n ante tanta tenacidad y mano suelta.

Ninguno de los dos bases, Corbal¨¢n y Arcega II, vari¨® el ritmo. Zeravica decidi¨® poner a sus hombres en zona y, consigui¨® dos cosas: el naufragio de Antonio Mart¨ªn en sus lamamientos cercanos y la igualdad reboteadora. Biriukov era el ¨²nico acertado en la media distancia y Fernando Mart¨ªn empez¨® a sugerir una guerra particular con Ortiz.

Pero el paso del tiempo produjo una curiosa conclusi¨®n: a seis minutos del final (75-74), Sainz debi¨® de pensar que los Mart¨ªn hab¨ªan fracasado en su labor disuasoria y decidi¨® un r¨¢pido cambio doble, por, lo que Romay y Branson volvieron a la cancha, aunque el primero para estar en ella s¨®lo durante 30 segundos. As¨ª, se deriv¨® a un duelo Picul¨ªn- Fernando Mart¨ªn, que promete ser interesante en futuras ediciones. Sin embargo, ninguno decidi¨® la suerte final: dos acciones de Alexis y otras dos de Biriukov permitieron al Madrid un liger¨ªsimo dominio hasta la ¨²ltima jugada. Y en esa ¨²ltima acci¨®n no hab¨ªa tiempo para casi nada. El partido no se acab¨®; simplemente, se agot¨®.