'Caso Lled¨®'
?Celebro la atenci¨®n por ustedes prestada al caso Lled¨®, que s¨®lo puede ya sorprender a quienes se encuentren totalmente al margen de lo que viene sucediendo en las universidades espa?olas, desde que ¨¦stas procedieron a enclaustrarse constitucionalmente en sus propias taras y limitaciones, equiparando saberes con intereses, capacidades con ambiciones y deberes con derechos.Endogamia no parece que sea el nombre adecuado para el sistema de provisi¨®n de plazas en nuestra Universidad, pues mejor se entiende ¨¦ste, funcionalmente, dentro del global modelo cooperativo al que se ajusta la instituci¨®n. La diferencia, sustancial, es que los cooperantes y beneficiarios del sistema no tienen que poner el dinero de su bolsillo, pues lo aportan todos los espa?oles. Coincide el caso Lled¨® con las controladas filtraciones a los medios de comunicaci¨®n de un informe encargado a un grupo de expertos internacionales sobre la reforma universitaria espa?ola. Lo que de tal texto se ha dejado traslucir -que no es conveniente que los rectores sean electos, que es necesaria una mayor movilidad e inestabilidad del profesorado, etc¨¦tera- no supone novedad alguna para quienes vimos en su d¨ªa, en la LRU y en las disposiciones de ella derivadas, los polvos de los que hoy resultan los presuntos Iodos por ustedes denunciados. En un pa¨ªs cuya ¨²nica aportaci¨®n reconocida a la historia de las instituciones se reduce al Patio del Monipodio, es m¨¢s que temerario confiar a cualquier organismo los recursos de su propio control y regeneraci¨®n- Catedr¨¢tico de Historia del Arte Antiguo y Medieval de la Universidad de Santiago.
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