Penuria de la cr¨ªtica
La m¨²sica contempor¨¢nea ya est¨¢ integrada en nuestros c¨ªrculos musicales de mayor difusi¨®n. El paso es m¨¢s importante de lo que parece. De la total falta de criterio que llevaba a repudiar la m¨²sica por nueva a la total falta de criterio que permite a cualquier cr¨ªtico (Gonzalo Alonso, Dos ejemplos de penuria, en EL PA?S del 28 de noviembre de 1987, p¨¢gina 43), adjetivar de semejante forma una m¨²sica de un siglo. Pieza que, estamos seguros, tan s¨®lo puede haber escuchado una sola vez, ya que, como ¨¦l mismo dice, "jam¨¢s hab¨ªa sido interpretada en Espa?a 17 a?os despu¨¦s de su estreno en Par¨ªs". Me parece mucho suponer su presencia por entonces en el estreno. Sin embargo, lo peor es que, sin concluir el p¨¢rrafo mencionado, se permite la grandiosa afirmaci¨®n de que "una m¨²sica que en su d¨ªa tuvo atractivo se nos muestra hoy caduca".Esperar¨¢ nuestro estimado cr¨ªtico un jubiloso bravo. ?Es todo un avanzado! ?Es todo un posmoderno (as¨ª, con la r ampliada a lo pomposo), situado en la ¨²ltima ola de la contemporaneidad! ?Que no lo confundan! Eso si, como buen cr¨ªtico, con suficiente criterio. Siempre hay que tener opini¨®n. De todo. Y no hay que call¨¢rsela.
Basta un adjetivo situado en el momento m¨¢s apetecido. Si es negativo, mejor. M¨¢s pomposo. Demuestra. as¨ª ser un hombre / cr¨ªtico de gran criterio. No importa no saber dar razones, justificaci¨®n de lo dicho.
A m¨ª es lo ¨²nico que me importa. Yo tambi¨¦n escuch¨¦ la obra de Luis de Pablo. No s¨¦ si es caduca. Que me lo digan, tampoco me sirve. Quiz¨¢ me sirvieran las razones que le llevan a pensar eso. Aunque me pueda permitir, incluso, dudarlo.-
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