La guerra en Afganist¨¢n

Acaban de cumplirse ocho a?os de la invasi¨®n de Afganist¨¢n por tropas sovi¨¦ticas. Gorbachov ha reconocido que para la URSS el problema afgano es una herida abierta, aunque tal admisi¨®n del problema no ha cambiado en nada la situaci¨®n.Durante todo el a?o 1987 la Uni¨®n Sovi¨¦tica ha adoptado una actitud contradictoria entre las palabras y los hechos, y as¨ª ha sido su actitud con motivo del aniversario de la invasi¨®n: mientras los soldados apoyaban una ofensiva militar contra la ciudad de Jost, se o¨ªan insistentes rumores de una retirada en un plazo menor de un a?o y el abandono de algunas de las condiciones exigidas.

Mosc¨² no desea abandonar Afganist¨¢n a menos que los pa¨ªses occidentales, sobre todo EE UU, dejen de suministrar armas a los rebeldes afganos. Por contra, Estados Unidos y la guerrilla afirman que antes de nada debe haber una retirada de la URSS. Aunque se llegara a un acuerdo sobre la misma, las dudas siguen siendo grandes, porque no se puede vaticinar sobre la actitud sovi¨¦tica ante un Afganist¨¢n neutral o ante el resultado de unas elecciones libres, aunque el inter¨¦s de la URSS por abandonar Kabul es indudable.

Mientras las tropas sovi¨¦ticas est¨¦n presentes, el problema afgano persistir¨¢. La guerra ya ha ido lo bastante lejos como para que los rebeldes desistan en su empe?o de lograr la expulsi¨®n del Ej¨¦rcito sovi¨¦tico y conseguir un Gobierno de su elecci¨®n.

Londres, 29 de diciembre