Alegr¨ªa que entristece
Para muchas personas la depresi¨®n aguarda al final de las fiestas
La tradici¨®n dice y la publicidad recuerda que en estas fiestas estamos obligados a divertimos y ser felices. Pero esto no ocurre siempre y no todos los casos son motivo de alegr¨ªa. Algunas personas encuentran en las fiestas una especial dificultad y temen, por ello, la llegada de estas celebraciones colectivas. Los psiquiatras conocen bien el caso de quienes, desconcertados ante la alegr¨ªa colectiva, empiezan el nuevo a?o sumidos en la depresi¨®n: son aquellos que se esforzaron en divertirse y ser felices como los dem¨¢s, pero no lo consiguieron. Es como si, al descorchar las botellas, algunos destaponasen sus frustraciones. Por ello, la vuelta a la vida cotidiana es m¨¢s dura que en cualquier otra ¨¦poca del a?o.
Divertirse en fecha fija es un ritual que facilita el comportamiento colectivo y que todos intentan cumplir de una u otra forma, pero que en algunos casos puede derivar en trastornos personales graves. Las personas que no consiguen divertirse en la fiesta de fin de a?o o en el cotill¨®n de la noche de reyes generalmente disimulan ante los dem¨¢s su fracaso. Los especialistas han estudiado este singular estado de ¨¢nimo, que con frecuencia desemboca en la depresi¨®n."Las personas introvertidas e inseguras socialmente sufren m¨¢s en estas fechas. Querr¨ªan mostrarse felices y envidian la di versi¨®n de los dem¨¢s, que ellos son incapaces de alcanzar, por lo que en estos d¨ªas se reafirma su sensaci¨®n de fracaso", comenta Joaqu¨ªn Santo Domingo, profesor de Psiquiatr¨ªa de la universidad Aut¨®noma de Madrid y jefe del servicio de psiquiatr¨ªa del hospital madrile?o de La Paz. Unos ponen todo su empe?o en divertirse por lo que preparan hasta el ¨²ltimo detalle con varias semanas de antelaci¨®n. Otros prefieren que la tierra se los trague antes de afrontar el compromiso social de participar en una reuni¨®n familiar o acudir a una fiesta. "En ambos casos", dice el profesor Santo Domingo, "hay un estado muy fuerte de tensi¨®n y ansiedad".
Esfuerzos por divertirse
Socialmente, se entiende mal que una persona joven no haya tenido un lugar a donde ir a divertirse la noche del 31 de diciembre. De igual modo, no haber cenado junto a la familia en Nochebuena parece propio de personas desgraciadas. Algunas personas hacen considerables esfuerzos por encontrar acompa?antes en esas noches.En cualquier caso, no es bueno levantar demasiadas expectativas sobre un d¨ªa se?alado. Cambia el a?o, pero dif¨ªcilmente la realidad se transforma de un d¨ªa para otro. La psiquiatra y psicoanalista Norma Ferro se?ala que para evitar consecuencias posteriores "hay que llevar a la realidad" a las personas que depositan demasiadas ilusiones en una fecha y hacerlas comprender que "lo que no puedan encontrar habitualmente, no lo van a conseguir en un d¨ªa por muy se?alado que sea".
El refr¨¢n popular que dice a?o nuevo, vida nueva refleja claramente c¨®mo esas excesivas expectativas est¨¢n presentes, incluso, en la conciencia colectiva.
En particular, el d¨ªa de Nochebuena desencadena en algunas personas un estado especial de tristeza. Es una fecha entrocada en los niveles "m¨¢s profundos y afectivos", opina el profesor Santo Domingo, A?ade que ha conocido pacientes que estos d¨ªas "constatan su incapacidad para integrarse en el ¨¢mbito familiar. y reconoce que "en esta ¨¦poca del a?o a las personas depresivas se les agudizan sus problemas y se dan m¨¢s casos de tentativas de suicidio". Para estos pacientes recomienda la adopci¨®n de medidas que refuercen el dominio de s¨ª mismos para que puedan, as¨ª, incrementar su seguridad.
En otros casos es preferible enfrentarse al problema con mayor realismo "y hacer ver a esa persona que es mejor que no participe en la fiesta".
"Lo que nunca da resultado", dice el profesor Joaqu¨ªn Santo Domingo, "es forzar a un paciente depresivo a que se divierta, como, en muchos casos, hacen con la mejor intenci¨®n familiares y amigos. Quien tiene seca su capacidad de divertirse, puede llegar, incluso, a sentirse culpable de su situaci¨®n y va a evidenciar a¨²n m¨¢s su fracaso".
Situaciones parecidas
Situaciones personales parecidas se observan tambi¨¦n en verano, ante el inicio de unas vacaciones deseadas a lo largo de todo el a?o.Aunque la edad no es el factor m¨¢s importante en estas situaciones, son los j¨®venes los que ponen m¨¢s esperanzas en que su vida pueda cambiar de golpe en un verano o en una nochevieja, sobre todo si cada d¨ªa cuentan con menos expectativas.
"Algunos ya van a la fiesta dispuestos a emborracharse y a utilizar esa noche de fin de a?o como v¨¢lvula de escape de sus frustraciones", afirma la psiquiatra Norma Ferro, quien reconoce que, en estas condiciones de aut¨¦ntica resaca, la vuelta a la rutina de la vida diaria se presenta para muchas personas como otra cuesta de enero, a¨²n m¨¢s empinada que la tradicional cuesta econ¨®mica.
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