Las variantes del delito

La novedad cinematogr¨¢fica, ligada a una mentalidad de barrac¨®n de feria, consiste en explotar lo nunca visto. Cuando los delincuentes cl¨¢sicos dejaron de resultar atractivos se les dot¨® del estado de antih¨¦roes, y a continuaci¨®n se jug¨® con sus traumas infantiles y con su posible homosexualidad. Por el camino tambi¨¦n hubo un alto para las mujeres que deseaban ser algo m¨¢s que vampiresas por las que el macho perd¨ªa la cabeza. Algunas de ellas empu?aron las armas, organizaron los atracos y ten¨ªan bajo control a una banda de hombres -o mujeres- especialmente s¨¢dica.Pero cuando esas mam¨¢s o novias sangrientas perdieron su gancho, les lleg¨® la hora a los ni?os, que retoman una tradici¨®n dickensiana, pero sin su carga miserabilista. Los protagonistas de Una banda de dos, son id¨¦nticos a cualquier otro ladronzuelo del cine contempor¨¢neo, s¨®lo que m¨¢s j¨®venes, ni?os en lugar de adolescentes. Su ingenuidad inicial derivar¨¢ en escepticismo y dureza, aunque la promesa de reconstrucci¨®n de la familia facilita una serie de notas de cursiler¨ªa m¨¢s que notable. El director del invento es un cineasta competente, que procura mantener el ritmo y desentenderse de ciertos lastres insuperables.