El Rey pide a los militares que no se amparen en el pasado para adoptar posturas inmovilistas
El Rey don Juan Carlos exhort¨® ayer a las Fuerzas Armadas a no olvidar el pasado, pero tampoco "ampararse en ¨¦l para adoptar posturas inmovilistas". En su mensaje con motivo de la celebraci¨®n de la Pascua Militar, en el palacio de Oriente, el Rey subray¨® que las Fuerzas Armadas "tienen la misi¨®n de garantizar y defender, dentro del ordenamiento constitucional", la "soberan¨ªa, independencia e integridad territorial". Igualmente, realiz¨® un encendido elogio de la reorganizaci¨®n interna que se est¨¢ desarrollando en el ¨¢mbito castrense.
El Rey no ley¨® en su discurso algunos p¨¢rrafos que podr¨ªan haber resultado pol¨¦micos, pero que estaban incluidos en el texto entregado pocos minutos antes a los periodistas presentes en el acto. Ello se debi¨®, de acuerdo con la explicaci¨®n oficial, a un error en la selecci¨®n del texto que deb¨ªa ser repartido a la Prensa; este texto no era, seg¨²n esta versi¨®n, el definitivo.Entre otras cosas, en el discurso del Monarca, elaborado por la Casa Real, fueron suprimidas referencias a la aplicaci¨®n de criterios civiles a la Instituci¨®n militar y a la no admisibilidad de "transacciones, autodeterminaciones o transigencias" contra la independencia y la unidad de la Patria. Por el contrario, el Rey introdujo la frase "porque ni el pasado ha de olvidarse, ni cabe ampararse en ¨¦l para adoptar posturas inmovilistas", que no figuraba en el primer texto facilitado a la Prensa.
La ceremonia anual de la Pascua Militar comenz¨® con las tradicionales audiencias de los Reyes al Consejo de Administraci¨®n del Patrimonio Nacional, Consejo de la Grandeza de Espa?a y presidentes del Tribunal Constitucional y del Consejo General del Poder Judicial.
La recepci¨®n militar, con presencia de los m¨¢ximos mandos castrenses -con el jefe del Estado Mayor de la Defensa, teniente general Gonzalo Puigcerver, en primer lugar-; el presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, y los n¨²nistros de Defensa e Interior, Narc¨ªs Serra y Jos¨¦ Barrionuevo, respectivamente, se inici¨® a continuaci¨®n en la llamada saleta de Gasparini del palacio Real, traslad¨¢ndose luego los Reyes que estaban acompa?ados por el Pr¨ªncipe Felipe, con uniforme del Ej¨¦rcito del Aire- al Sal¨®n del Trono, donde fueron pronunciados los discursos.
El primero en intervenir fue Narc¨ªs Serra, quien, glosando la modernizaci¨®n en curso de las Fuerzas Armadas, dijo: "conviene definir un nuevo concepto de la funci¨®n militar como servicio del Estado a la comunidad nacional, prestado por las Fuerzas Armadas bajo la direcci¨®n del Gobierno". La nueva estructura de cuerpos y escalas, los nuevos modelos de carrera y la reforma en la ense?anza militar son, dijo Serra -que, contra lo que hicieron los restantes miembros del Gobierno presentes en el acto, eludi¨® saludar siquiera a la Prensa en la recepci¨®n posterior al acto-, los pr¨®ximos pasos a dar en este camino; la modernizaci¨®n incluye tambi¨¦n coordinar nuestras Fuerzas Armadas con las de los pa¨ªses aliados, "seg¨²n el modelo establecido por el mandato popular", dijo el ministro.
Lo cl¨¢sico y lo moderno
Tambi¨¦n el Rey centr¨® su discurso en la reforma militar, que aspira "a concertar lo cl¨¢sico con lo moderno y a adaptar a la realidad presente la estructura de las Fuerzas Armadas". "Pienso en la necesidad de conseguir, a trav¨¦s de esa reorganizaci¨®n que se est¨¢ desarrollando, un avance decisivo en el proceso de unificaci¨®n del mando para el establecimiento de una concepci¨®n global de las operaciones militares", recalc¨®, abogando por que "la simplificaci¨®n administrativa", que dict¨® la supresi¨®n de tres ministe rios militares diferentes para englobarlos en un ¨²nico Departa mento de Defensa, "se traslade tambi¨¦n a la actuaci¨®n de los tres Ej¨¦rcitos". El Rey consider¨® "indispensable romper viejos moldes, superar barreras anticuadas y conseguir la aportaci¨®n entusiasta de todos para que la integraci¨®n sea completa y eficaz".
El discurso del Monarca incluy¨® una referencia final al terrorismo, "esa plaga que ha lle vado el dolor a tantas familias espa?olas y que los militares hemos padecido tan de cerca". En ese marco, rindi¨® su "admiraci¨®n y agradecimiento a la Guardia Civil -representada en el acto por numerosos mandos, encabezados por su director general Luis Rold¨¢n- "y a cuantos luchan contra el terrorismo". "Yo se que por encima de todo no perderemos la esperan a y combatiremos unidos para erradicar ese terrorismo que trata de desestabilizar el sistema que nuestro pueblo ha elegido y la paz que todos deseamos disfrutar".
El texto modificado
Los p¨¢rrafos del discurso que no fueron le¨ªdos por el Rey en la celebraci¨®n de la Pascua Militar, y que, sin embargo, figuraban en el texto repartido poco antes a los periodistas fueron:
"Es poco aconsejable tratar de igualar lo inigualable y llevar a extremos inconvenientes la tendencia a borrar diferencias o a fundir caracteres dispares".
"Porque no es deseable llevar la actualizaci¨®n y la armonizaci¨®n hasta el punto de pretender aplicar criterios civiles, muy respetables y adecuados en ¨¢mbitos de esta clase, pero que pugnar¨¢n abiertamente con una Instituci¨®n que ha de conservar en lo esencial sus caracter¨ªsticas propias".
M¨¢s adelante, refiri¨¦ndose al servicio de la Patria, "de su unidad y de su independencia", el texto original se?alaba: "Una independencia y una unidad que proclaman nuestra Constituci¨®n y contra la que no pueden prevalecer transacciones, autodeterminaciones o transigencias". Este p¨¢rrafo tampoco fue le¨ªdo.
Por el contrario, en el discurso real se introdujo una frase que no figuraba en el texto originalmente repartido a la Prensa; refiri¨¦ndose a la profesi¨®n militar, que, "si bien ha de acomodarse a los tiempos modemos y a las exigencias actuales, no puede perder su identidad y sus particularidades", se a?adi¨®: "porque ni el pasado ha de olvidarse, ni cabe ampararse en ¨¦l para adoptar posturas inmovilistas". Esta ¨²ltima frase sustitu¨ªa a los dos p¨¢rrafos suprimidos citados en primer lugar.
Poco despu¨¦s de la intervenci¨®n real fue distribuido a la Prensa un nuevo texto, esta vez s¨ª acorde con las palabras pronunciadas por el Monarca.
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