Ser vasco

En carta publicada en EL PA?S el pasado 31 de diciembre, Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s afirmaba que en la reciente pastoral de los obispos vascos "no hay una sola l¨ªnea que justifique, disculpe o ampare la violencia". Deseo responder al buen compatriota vasco Bandr¨¦s. En la citada pastoral, los obispos hablan de dos fuerzas enfrentadas, el Estado espa?ol y ETA, a las que se pide que hagan la paz. Ambas fuerzas, seg¨²n los obispos, estar¨ªan utilizando medios, acciones o posiciones pol¨ªticas ileg¨ªtimos, o no siempre leg¨ªtimos. Estoy de acuerdo con Bandr¨¦s en que lo anterior supone una reprobaci¨®n de ETA, repetidas veces expresada en la pastoral. De acuerdo, pero al mismo tiempo los obispos dan como real un cierto estado, nunca suficientemente explicitado, de imposici¨®n que sufrir¨ªa el pueblo vasco por parte del Estado.?ste es el tema y ¨¦stas son las grav¨ªsimas afirmaciones de la pastoral, que yo estimo err¨®neas, pero que en todo caso los obispos deber¨ªan justificar, explicitar y probar. Se puede exigir que nos digan c¨®mo, por qu¨¦ y desde cu¨¢ndo un pueblo, uno s¨®lo por lo que parece y no los dem¨¢s, es oprimido, agredido y despojado de libertades y derechos. Cualquier raz¨®n que nos puedan dar, ?no se podr¨ªa afirmar de los dem¨¢s pueblos de Espa?a con igual fuerza? ?Qu¨¦ argumento diferencial pueden arg¨¹ir los obispos para los vascos?

Yo creo que los obispos vascos hablan, o por lo menos parecen hablar, desde esa tan frecuente en ciertos pueblos autoestima y autovaloraci¨®n ingenuas que llevan a creerse un pueblo especial. Ser vasco o no serlo ser¨ªa un hecho diferenciador tan importante y tan previo a cualquier derecho como para que los vascos pudieran exigir la formaci¨®n de una naci¨®n vasca independiente, por encima, incluso, de las fronteras internacionales. La situaci¨®n actual ser¨ªa¨ªados invasores, Francia y Espa?a. Me parece oportuno decirles que hay un principio cristiano, siempre v¨¢lido, que manda, m¨¢s o menos: amar a otros pueblos como al de uno mismo.

En todo caso, no me dir¨¢ Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s que la afirmaci¨®n de los obispos vascos de que el Estado espa?ol est¨¦ supuestamente cercenando derechos y fibertades de los vascos no conlleva in p¨¦ctore la concesi¨®n de una cierta indulgencia hacia los que ser¨ªan, en tal caso, luchadorespor la libertad, un poco equivocados en los medios, recriminados -no lo dudo- sinceramente, pero en fin...

?Nos damos cuenta los vascos del espect¨¢culo que estamos ofreciendo?- Enrique Azpilicueta Yaben.